Tráfico aéreo en Estados Unidos aún funciona con Windows 95 y diskettes: la paradoja obsoleta

Tomar esta medida implica que el 90% del presupuesto tecnológico de la FAA se destine al sostenimiento de estos sistemas obsoletos

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La FAA mantiene sistemas de
La FAA mantiene sistemas de control aéreo con tecnología obsoleta como disquetes y Windows 95. (Foto: Microsoft)

Tras las modernas cabinas de los aviones y la sofisticación aparente de las torres de control, se ocultan piezas de tecnología que remiten más al pasado que al futuro: disquetes, tiras de papel y computadoras que aún operan bajo Windows 95.

A pesar de los avances tecnológicos de las últimas décadas, la Administración Federal de Aviación (FAA, por sus siglas en inglés) sigue dependiendo, en buena parte, de estos sistemas obsoletos, principalmente porque realizar una actualización implicaría “decenas de miles de millones de dólares”.

Por qué la FAA todavía usa Windows 95 y disquetes

Durante una reciente audiencia presupuestaria en el Congreso estadounidense, Chris Rocheleau, administrador interino de la FAA, detalló la realidad de los sistemas actuales. La dependencia de disquetes, tiras de papel y computadoras con Windows 95 define aún los flujos de información y las operaciones en las torres de control de tráfico aéreo.

Un tercio de los sistemas de control de vuelo sigue sin modernizarse y presenta signos preocupantes de deterioro. Un informe interno de la FAA en 2023 consignó que muchos de estos sistemas se consideran directamente “insostenibles” o al borde del colapso.

El alto costo y la
El alto costo y la complejidad operativa frenan la modernización tecnológica del tráfico aéreo en Estados Unidos. (AP Foto/Seth Wenig, Archivo)

La operación diaria se apoya sobre una infraestructura tecnológica casi fósil. Los disquetes, con su frágil capacidad de almacenamiento, se utilizan para cargar datos en las computadoras de los sistemas de control.

Las tiras de papel, por su parte, siguen siendo herramientas de registro y transmisión manual de información sobre vuelos. El Windows 95, lanzado en 1995, se mantiene activo en algunas terminales, controlando procesos fundamentales con una estabilidad que ya no puede competir ni en seguridad ni rendimiento con los sistemas contemporáneos.

Esta elección tecnológica responde, en parte, a la inercia institucional y a criterios de continuidad operacional. No se trata de un capricho: la industria aérea, y en particular la gestión de su tráfico, prioriza la fiabilidad probada y la resistencia al error por encima de la última innovación.

Muchos de estos sistemas llevan décadas en funcionamiento y el personal se encuentra entrenado para utilizarlos y resolver posibles incidencias.

La transición a nuevos sistemas
La transición a nuevos sistemas enfrenta desafíos políticos, logísticos y de recursos humanos. (Unsplash)

Cuál es el motivo para no actualizar los sistemas

La pregunta sobre la falta de actualización se responde desde varios ángulos. El primero es financiero. Modernizar el sistema completo de tráfico aéreo estadounidense tiene un coste estimado de decenas de miles de millones de dólares.

Solo la migración tecnológica exige inversiones que los distintos gobiernos han postergado. El secretario de Transporte, Sean Duffy, subrayó recientemente que se trata del “proyecto de infraestructura más importante en décadas” y, aunque el consenso político y empresarial sobre la necesidad de modernización es amplio, el problema real radica en el financiamiento y la gestión del cambio.

La FAA ha estado obligada a operar “con menos recursos, haciendo más”, según evaluó Michael Huerta, exadministrador de la agencia. La falta sostenida de inversión llevó a que la mayor parte del presupuesto destinado a tecnologías se utilice en mantener viejos equipos funcionando.

Más del 90% de los fondos asignados a equipo tecnológico se dirigen actualmente al soporte y reparación de sistemas antiguos. El ciclo de “mantener lo viejo” ha lastrado cualquier intento de avance real.

El Departamento de Transporte busca
El Departamento de Transporte busca propuestas innovadoras del sector privado para acelerar la modernización. (Foto: Microsoft)

El segundo motivo es operativo y logístico. Cada intento de actualización ha tenido que lidiar no solo con los altos costos, sino también con la dificultad de migrar sin interrumpir un servicio esencial. La FAA planea continuar operando el sistema actual en paralelo al nuevo, en una transición gradual, para no arriesgar la seguridad del tráfico mientras los cambios se implementan y validan.

La complejidad de la migración queda patente en ejemplos como el sistema de comunicación interno de la FAA, que aún emplea cableado de cobre de líneas telefónicas tradicionales. Este tipo de tecnologías, ya superadas por la fibra óptica, presentan no solo problemas de desempeño, sino vulnerabilidades ante fallos. Recientemente, un corte en el cableado de cobre provocó múltiples fallas en Newark Liberty, Nueva Jersey, con cientos de retrasos y cancelaciones registrados.

Cuáles son los desafíos de actualizar los sistemas de la FAA

El proceso de modernización enfrenta, además, barreras políticas. La FAA plantea la posibilidad de consolidar instalaciones: actualmente operan 21 centros de control de tráfico aéreo de altura, muchos envejecidos o deteriorados, pero se discute crear solo seis nuevos, sin que quede claro el destino del resto.

Cada instalación tiene un fuerte arraigo local, y cualquier intento de cierre genera resistencia entre los legisladores de cada distrito.

El éxodo de especialistas y
El éxodo de especialistas y la necesidad de capacitación complican la digitalización de la FAA. (Imagen Ilustrativa Infobae)

Además, la transición tecnológica requiere no solo inversión en equipos, sino en recursos humanos. El éxodo o retiro de especialistas en información aeronáutica, que ya alcanza el 12% del total, según el Congreso, exige reconfigurar roles y reforzar el entrenamiento en nuevas tecnologías y procesos digitalizados.

La FAA apuesta por “aprovechar el talento que permanece” y expandir las competencias del personal para cubrir no solo funciones esenciales de seguridad, sino también las labores de soporte ampliadas por la digitalización.

La expectativa institucional busca convocar incluso al sector privado. El Departamento de Transporte lanzó recientemente una “Solicitud de Información” a empresas tecnológicas para buscar propuestas innovadoras y soluciones escalables que permitan acelerar la transición.

Iniciativas como “Modern Skies” reúnen a sindicatos de controladores, grupos empresariales y fabricantes en una coalición orientada a respaldar esta transformación.