Los 5 mitos más comunes sobre el uso de las tarjetas que debes conocer

Aunque los wallets y pagos inmediatos ganan terreno, las tarjetas siguen siendo el instrumento más utilizado y evolucionan con nuevas tecnologías

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Las tarjetas siguen actualizándose. -
Las tarjetas siguen actualizándose. - (Imagen Ilustrativa Infobae)

En los últimos años, el ecosistema de pagos ha experimentado una transformación acelerada. Los wallets, los pagos con código QR, las transferencias inmediatas y las finanzas embebidas han creado un entorno más dinámico y competitivo. Sin embargo, junto a esta innovación también han surgido percepciones equivocadas sobre uno de los instrumentos financieros más utilizados en el mundo: las tarjetas de crédito, débito y prepago.

De acuerdo con Diego Quesada, Country Manager de los Países Andinos, Centroamérica y El Caribe de Pomelo —compañía especializada en la emisión, procesamiento y gestión del negocio de tarjetas—, es un error pensar que las tarjetas son un sistema obsoleto frente a los nuevos métodos de pago.

“Nada más lejos de la realidad. Existen cinco mitos en torno al negocio de las tarjetas que, a la luz de los datos y la experiencia, demuestran que este ecosistema no solo sigue vigente, sino que continúa evolucionando”, señala el ejecutivo.

Tarjetas de crédito. - Imagen
Tarjetas de crédito. - Imagen Ilustrativa Infobae

Mito 1: ¿El negocio de tarjetas está en declive?

Lejos de estar en retroceso, el uso de tarjetas sigue creciendo a escala global. Según el Nilson Report, actualmente se procesan más de 45 billones de dólares anuales en pagos con tarjetas en todo el mundo. Nuevas tecnologías como las tarjetas virtuales, tokenizadas o multidivisa han permitido llegar a segmentos antes excluidos del sistema financiero.

Quesada destaca casos como el de Brasil, donde la plataforma de pagos instantáneos Pix sumó a más de 70 millones de personas al sistema financiero formal, lo que a su vez impulsó un aumento del 130% en la emisión de tarjetas en Itaú.

En India, la implementación de UPI en 2016 ha resultado en un mercado con más de 1.451 millones de plásticos activos. Incluso en España, pese al crecimiento de Bizum, el número de tarjetas supera los 93 millones. “Algo similar podría ocurrir en Colombia con la llegada de Bre-B”, apunta el especialista.

Las tarjetas no solo son
Las tarjetas no solo son físicas, también hay virtuales. (Imagen Ilustrativa Infobae)

Mito 2: ¿Emitir tarjetas es demasiado complejo?

Durante años se asumió que lanzar tarjetas al mercado era un proceso costoso y complicado, reservado solo para grandes bancos. Hoy la realidad es distinta. Según Quesada, existen empresas tecnológicas que simplifican este proceso, lo que permite a fintechs, entidades financieras e incluso compañías de otros sectores ofrecer tarjetas a sus clientes.

“Delegar en especialistas como Pomelo la emisión y gestión de tarjetas permite habilitar estos productos en tiempo récord y con modelos de negocio más convenientes. Lo que antes era un reto solo para gigantes financieros, ahora es accesible para jugadores de todo tamaño”, agrega.

Mito 3: ¿Migrar a un nuevo procesador es traumático?

En el pasado, la migración hacia un nuevo procesador de tarjetas implicaba riesgos de inestabilidad y largos plazos de implementación. Hoy, la industria cuenta con infraestructuras modernas basadas en APIs y arquitecturas cloud-native, que permiten realizar migraciones en semanas o incluso días.

Joven sujetando una tarjeta. -
Joven sujetando una tarjeta. - (Imagen Ilustrativa Infobae)

De acuerdo con Quesada, esto ha eliminado gran parte de los temores que existían alrededor de estos procesos. “Los modelos modulares y las integraciones bien definidas han reducido significativamente la complejidad. Ya no es un salto al vacío, sino una transición ordenada y segura”, explica.

Mito 4: ¿Hay que empezar desde cero en cada país?

Las empresas que operan en varios mercados solían enfrentarse a la necesidad de crear implementaciones diferentes en cada país, lo que elevaba los costos y ralentizaba la expansión. Hoy, gracias a la regionalización de los procesadores modernos, es posible cumplir con regulaciones locales, adaptar monedas e idiomas y mantener consistencia operativa con una sola integración técnica.

“Un partner con licencias y validaciones ya resueltas permite escalar productos en distintos mercados sin rediseñar el stack técnico. Además, se puede acompañar esa expansión con un servicio al cliente local que entienda la cultura de cada país”, destaca Quesada.

Una tarjeta de crédito siendo
Una tarjeta de crédito siendo expuesta. (Imagen ilustrativa Infobae)

Mito 5: ¿Los grandes bancos siguen atrapados en sistemas obsoletos?

Aunque durante décadas los bancos líderes trabajaron con plataformas “legacy” llenas de personalizaciones y parches, hoy la mayoría está en proceso de modernizar sus infraestructuras. El objetivo es competir con modelos más ágiles y mejorar la experiencia del cliente.

Un estudio citado por Quesada indica que más del 60% de los bancos en América Latina están migrando a arquitecturas cloud y APIs abiertas, lo que les permitirá integrar más rápido nuevas soluciones y adaptarse a la demanda de usuarios cada vez más digitales.

Tarjeta de crédito. (Imagen ilustrativa
Tarjeta de crédito. (Imagen ilustrativa Infobae)

Un ecosistema en constante evolución

Las tarjetas no solo siguen vigentes, sino que continúan siendo un pilar fundamental del ecosistema financiero. Su capacidad de adaptarse a tecnologías como NFC, biometría, tokenización e inteligencia artificial refuerza su papel como vehículo de inclusión y motor de innovación.

“Hoy los medios de pago viven una aceleración sin precedentes. Las tarjetas siguen siendo el punto de encuentro entre la innovación tecnológica y la necesidad de millones de usuarios de contar con un método seguro, práctico y flexible”, concluye Quesada.