El juego del calamar: qué tecnología usó Netflix para grabar las escenas del bebé de 222

La introducción de este personaje sorprendió incluso a los propios actores de la serie

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El bebé tomó el lugar
El bebé tomó el lugar de la jugadora 222 en los capítulos finales del Juego del calamar. (Netflix)

En la temporada final de la serie ‘El juego del calamar’ de Netflix, la inesperada aparición de la hija recién nacida de Jun-hee (Jugadora 222) cobra un papel central sin pronunciar una sola palabra. Esta bebé se convierte en un eje crucial de la narrativa y desencadena la confrontación moral entre Gi-hun (Jugador 456) y el Líder In-ho, marcando los momentos más intensos del desenlace.

La llegada de este personaje resultó sorprendente incluso para los propios actores. Lee Jung-jae, quien interpreta a Gi-hun, reconoció que no sospechaba que el guion iría tan lejos como para incluir un parto dentro del juego. Según relató el actor, “cuando leí el guion por primera vez, cuando leí la parte sobre el nacimiento del bebé, me quedé bastante impactado; pensé que era un elemento genial de la historia”. Esta reacción evidencia el carácter disruptivo de una escena que plantea nuevas preguntas y desafíos interpretativos.

¿Era real la bebé de ‘El juego del calamar’?

Respecto a cómo se lograron las secuencias donde el bebé tiene protagonismo, el equipo de producción optó por un enfoque tecnológico innovador. Lee Jung-jae detalló a Variety que “construimos un robot con la forma y el peso de un bebé recién nacido. Así que el robot tenía expresiones faciales reales. Se movía como un recién nacido y el peso era bastante realista. Eso me ayudó mucho con mi actuación”.

Lee Jung-jae como Gi-hun en
Lee Jung-jae como Gi-hun en "Squid Game 3" (Netflix)

Esta decisión permitió facilitar la interacción de los actores con la ‘bebé’, ya que aportó realismo y profundidad, sin recurrir al uso de un recién nacido real, lo que habitualmente conlleva limitaciones legales y logísticas en los rodajes.

El giro dramático se intensifica cuando Gi-hun asume la protección de la criatura. Ante el sacrificio de Jun-hee, el protagonista se compromete a cuidar del recién nacido, llegando a arriesgar su vida por él. Sobre las razones de este compromiso, el propio Lee expuso que la diferencia esencial radica en la elección; mientras los adultos ingresaron en los juegos voluntariamente, el bebé quedó atrapado por circunstancias ajenas: “quienes han entrado en El Juego del Calamar, los jugadores, han elegido estar allí, pero ese no es el caso del bebé. Y creo que, desde la perspectiva de Gi-hun, esa es una de las razones por las que es tan importante para él proteger al bebé, porque él no eligió estar allí. Y además, Gi-hun, siendo la persona que es, con tan buen corazón, quería ayudar a la madre del bebé”, apuntó el actor.

Tras el desenlace competitivo, la serie retoma la trama medio año después. El detective Hwang Jun-ho recibe un paquete sorprendente, que contiene “el bebé, junto con una tarjeta de débito y una nota que dice: ‘El ganador’”. La última imagen de la temporada muestra al recién nacido en brazos del detective, simbolizando un cierre agridulce y cargado de significado para la audiencia.

El Juego del Calamar -
El Juego del Calamar - Temporada 3 (Captura de tráiler oficial)

El propio creador, Hwang Dong-hyuk, se refirió al simbolismo de este personaje en Netflix Tudum, subrayando su representación generacional: “en última instancia, el bebé representa a la generación futura”. Añadió además que “también tenemos la responsabilidad y el deber de hacer todo lo posible para dejar un mundo mejor a las futuras generaciones. Que el bebé saliera victorioso estaba en línea con el significado de ‘El Juego del Calamar’”.

Así, el arribo y la supervivencia del bebé en la historia, así como la utilización de efectos robóticos de última generación para su representación en pantalla, aportan uno de los componentes más potentes y emotivos de la serie. La elección técnica y artística refuerza el impacto de la resolución, convirtiendo al recién nacido en un símbolo de esperanza y continuidad frente al drama extremo planteado por “El juego del calamar”.