Starlink empieza a cobrar 5 dólares por una función que antes era gratuita

La situación afecta especialmente a quienes compraron el Starlink Mini, servicio que cobraba solo cuando era usado

Guardar
Con esta actualización, lo que
Con esta actualización, lo que era un modelo por uso real podría convertirse en una suscripción anual camuflada. (Starlink)

Los planes de Starlink han cambiado: a partir de ahora, los usuarios deberán pagar 5 dólares al mes (5 euros en zonas europeas) por mantener su suscripción en modo pausa, una función que hasta hace poco era gratuita. Esta transformación impacta a los clientes de los planes Roam, Residencial y Priority, quienes hasta entonces podían suspender y reactivar el servicio sin ningún tipo de cargo adicional. La noticia ha suscitado decepción y críticas entre quienes compraron un terminal Starlink Mini motivados por su promesa de internet satelital ‘pagar por usar’, ideal para viajeros ocasionales, campistas y quienes deseaban conectividad flexible, sin ataduras ni pagos continuos fuera de temporada.

Según informó SpaceX en un correo dirigido a suscriptores, el modo de pausa ha sido reemplazado por lo que denominan ‘Standby Mode’ o modo de espera, que permite mantener la suscripción apagada a cambio de una cuota mensual.

Modo de espera de Starlink

El nuevo modo proporciona “datos ilimitados a baja velocidad”, presentado por la compañía como una ventaja para emergencias o situaciones de respaldo, pero las primeras pruebas publicadas en foros de internet muestran limitaciones considerables: usuarios reportaron velocidades de descarga de apenas 0,5 Mbps, números que contrastan con los más de 100 Mbps habituales del plan Roam en condiciones normales. Este modo de espera, promocionado como una mejora en los mensajes oficiales de SpaceX, no ha convencido a los clientes, muchos de los cuales lo ven más bien como una estratagema comercial para aumentar los ingresos.

Internet satelital de SpaceX. (Foto:
Internet satelital de SpaceX. (Foto: Starlink)

La situación afecta especialmente a quienes compraron el Starlink Mini —un terminal compacto que se comercializa por 499 dólares— priorizando la portabilidad y la opción de conexión bajo demanda. Originalmente, uno de los grandes atractivos era la libertad de pausarlo en cualquier momento y no tener que pagar mientras no se usara, puesto que el aparato suele emplearse solo en periodos de viaje o en casos de conexión intermitente, como sucede con los propietarios de autocaravanas, expedicionarios o quienes trabajan de forma remota viajando por distintos lugares.

Incluso un uso limitado, circunscrito a las vacaciones de verano, podía suponer un ahorro considerable gracias a la ausencia de pagos en los meses inactivos. Ahora, cualquier pausa obligará a abonar cerca de 60 dólares adicionales por año sin recibir ningún beneficio concreto a cambio.

Cancelar y reactivar, la otra opción

El proceso de cancelación y reactivación añade otra capa de complejidad. Si bien SpaceX, compañía de Elon Musk, aclara que los usuarios pueden cancelar el servicio sin coste si no desean pagar el Standby Mode, retomar el servicio en el futuro no siempre estará garantizado: según una nota incluida en el proceso de cancelación, “es posible que no se le permita reactivar en el futuro si su zona se encuentra al límite de capacidad”. Asimismo, la baja requiere acceder a la web, contestar varias preguntas y resistir los intentos de retención habituales en el proceso de baja.

Starlink también ofrece un servicio
Starlink también ofrece un servicio gratuito para teléfonos. (NurPhoto)

El cambio en la política de suscripciones de Starlink ha encendido el debate sobre si realmente se mantiene el espíritu ‘pagar por usar’ que tantea la propia web de la compañía. Aunque el sitio oficial sigue describiendo la flexibilidad del servicio orientado a quienes viajan o necesitan conectividad ocasional, ahora incluye de forma poco visible la coletilla “con un pequeño cargo mensual”. Para muchos de estos usuarios, la esencia del atractivo del producto queda desdibujada, al convertir lo que era un modelo por uso real en una suscripción anual camuflada, sin opción gratuita para quienes solo desean usar el servicio puntualmente.

La medida podría traducirse en un descenso de abonados de perfil ocasional, especialmente si otras alternativas de conectividad satelital emergen o si la compañía no restaura la flexibilidad que le hizo destacar entre los viajeros y aventureros digitales.