Adiós a los smartwatch: desarrollan anillos inteligentes que prometen reducir el tiempo de uso del celular

La innovación en accesorios tecnológicos se refresca con la aparición de los anillos inteligentes, una alternativa al smartwatch convencional que busca limitar la dependencia del teléfono móvil. El Spktrl Light Ring, desarrollado por la startup francesa Spktrl, incorpora inteligencia artificial para lograr que los usuarios puedan “desconectarse” más fácilmente del bombardeo constante de notificaciones, promoviendo así un uso más consciente y controlado del smartphone.

Uno de los aspectos más destacados de este anillo es su sistema de alertas selectivas. Mediante un diamante de laboratorio de 1,5 quilates incrustado en la superficie y gracias a la conectividad Bluetooth de bajo consumo, el anillo ilumina en diferentes colores según la prioridad de la notificación recibida. El usuario solo se entera de los mensajes o llamadas realmente urgentes, gracias a un filtro personalizado que funciona con aprendizaje automático. El color verde avisa sobre temas de trabajo, azul corresponde a la familia y púrpura señala los mensajes sociales, aunque cada usuario puede ajustar matices, saturación y brillo según sus preferencias.

El algoritmo ajusta en tiempo real tanto la frecuencia como la intensidad de la luz en función del contexto, por ejemplo, modificando la señal si el entorno es una reunión importante o si es fuera del horario laboral. Según explica Katia de Lasteyrie, fundadora de la empresa y antigua líder de innovación en el grupo LVMH, “Spktrl defiende el ideal de la ‘tecnología silenciosa’: una tecnología pensada no para reclamar atención, sino para afinarla”.

El anillo permanece en silencio la mayor parte del tiempo, mostrando una apariencia sobria y elegante hasta que recibe una notificación que realmente merece atención, con el objetivo de “mejorar el estilo de vida digital sin renunciar a la comodidad, pero evitando la distracción constante”, indicó Lasteyrie a Dezeen.

El Spktrl Light Ring no solo funciona como dispositivo tecnológico, sino que es también una pieza de alta joyería. Su diseño busca romper con la imagen tradicional de los dispositivos “vestibles”: el aspecto toma referencia del art déco y el brutalismo, conservando líneas elegantes y minimalistas. El anillo, en su forma, reinterpreta el uso histórico de este objeto como símbolo de identidad y status, otorgándole, según su diseñadora, un carácter íntimo y permanente, ya que “vive en la mano, está en el centro de cada gesto y se convierte en parte del paisaje cognitivo del usuario”.

La piedra incrustada, además de protagonizar el diseño, tiene una función práctica fundamental. El diamante, cultivado en laboratorio y montado en una base de oro, difunde la luz y facilita tanto la transmisión de señales como la visibilidad de las notificaciones, funcionando como un canal entre el usuario y el mundo digital. El sistema también utiliza pulsos de luz: ritmos más rápidos alertan sobre mensajes urgentes, y pulsaciones más tranquilas acompañan notificaciones menos importantes.

La personalización va más allá del color: la app asociada, sencilla e intuitiva, permite al usuario determinar qué tipo de mensajes ver, de quién y en qué momento del día, generando así un entorno adaptado que limita distracciones innecesarias y favorece la concentración en actividades realmente relevantes.

Esta propuesta de “meta-lenguaje sensorial”, que reemplaza textos y sonidos por señales visuales, muestra una tendencia emergente: dispositivos que promueven bienestar digital y ayudan a retomar el control sobre el tiempo y la atención personal.

Frente a otros productos basados en inteligencia artificial como los asistentes de bolsillo o dispositivos para caminatas sin teléfono, los anillos inteligentes podrían cambiar por completo la experiencia de estar conectado.