Darwin Monkey: la computadora asiática que emula el cerebro de un macaco

El nuevo dispositivo utiliza chips neuronales y ejecuta tareas que imitan el pensamiento animal, permitiendo estudiar procesos como memoria y percepción

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China revoluciona la IA biológica
China revoluciona la IA biológica con “Darwin Monkey”, el cerebro sintético inspirado en el macaco - (Imagen Ilustrativa Infobae)

El desarrollo tecnológico ha alcanzado un nuevo hito en China. Un equipo de informáticos de la Universidad de Zhejiang presentó “Darwin Monkey”, una computadora de última generación diseñada para imitar el funcionamiento del cerebro de un mono macaco.

Cómo es la computadora Darwin Monkey

El dispositivo utiliza 960 chips Darwin 3, la tercera generación de unidades de procesamiento neuronal desarrolladas por la misma universidad. Estos chips, en conjunto, crean una plataforma capaz de llevar a cabo tareas reservadas hasta ahora para organismos dotados de un sistema nervioso avanzado.

El sistema soporta el modelo de inteligencia artificial DeepSeek, diseñado para ejecutar labores de razonamiento lógico, generación de contenido y resolución de problemas matemáticos.

El hardware neuronal de China
El hardware neuronal de China desafía los límites entre inteligencia artificial y conciencia animal (Imagen ilustrativa Infobae)

Por qué está destacando Darwin Monkey

La particularidad de Darwin Monkey reside en su arquitectura. Representa el primer equipo de procesamiento neuronal que fusiona capacidades de pensamiento avanzado con funciones de visión, escucha, lenguaje y aprendizaje.

Esta configuración permite que el sistema no solo procese información, también actúe como si estuviera interpretando el mundo de manera similar a un ser vivo complejo. El equipo ha demostrado que la máquina puede emular de manera preliminar la actividad cerebral de otros animales, como ratones y peces cebra.

El potencial de esta tecnología es notable, pues abre nuevas rutas para la investigación en neurociencias y comprensión de los mecanismos subyacentes a la conciencia animal.

El desarrollo de sistemas diseñados para replicar cerebros no es un interés reciente en la tecnología. Sin embargo, Darwin Monkey representa una sofisticación inédita en la imitación de procesos de percepción, memoria y toma de decisiones a escala animal.

El avance permite estudiar cómo
El avance permite estudiar cómo integra la información el cerebro de un macaco, sentando las bases para entender la conciencia animal e impulsar la cooperación entre biología, psicología e inteligencia artificial (Ministerio de Ambiente)

Su capacidad para mezclar modelos biológicos y simulaciones computacionales posiciona al país asiático en el centro de la innovación en hardware neuronal y promueve una colaboración interdisciplinaria entre informática, biología y psicología comparada.

Este avance tiene implicaciones directas en la investigación sobre la conciencia y la cognición animal. La simulación detallada del cerebro del macaco, con sus complejas redes neuronales y capacidad de integrar información sensorial diversa, puede ofrecer respuestas a viejas preguntas científicas sobre el pensamiento no humano.

Si el sistema puede resolver problemas y adaptarse a contextos cambiantes de manera similar a un animal real, la informática estaría un paso más cerca de descifrar la naturaleza de la inteligencia.

El equipo de la Universidad de Zhejiang prevé que el uso de “Darwin Monkey” permitirá comprender con mayor precisión las diferencias entre los cerebros de diversas especies. En el futuro, esta clase de tecnologías podría aplicarse al diseño de sistemas que faciliten interacciones más avanzadas entre humanos y otras formas de vida, e incluso ayudar a evaluar el estado cognitivo de animales en cautiverio o investigaciones biomédicas.

Cómo influye la IA en la relación humanos-animales

Proyectos internacionales emulan cerebros de
Proyectos internacionales emulan cerebros de animales y desarrollan algoritmos capaces de interpretar señales de perros y gatos, promoviendo una comunicación interespecie más precisa, aunque aún rodeada de desafíos éticos (Imagen ilustrativa Infobae)

Expertos internacionales desarrollan sistemas que usan inteligencia artificial para decodificar la comunicación animal, especialmente en el ámbito doméstico. En laboratorios de Londres, equipos multidisciplinarios avanzan en la creación de algoritmos capaces de interpretar señales de perros y gatos y traducir estas señales en mensajes que los humanos pueden comprender.

Prototipos como el collar de la startup surcoreana Petpuls, que detecta distintos estados emocionales en perros mediante el tono de sus ladridos, y proyectos liderados por Zoolingua para analizar el comportamiento felino, promueven una comunicación interespecie más directa.

No obstante, los especialistas advierten que confiar totalmente en IA para entender a las mascotas puede llevar a interpretaciones erróneas.

La combinación de simulaciones cognitivas avanzadas y herramientas de inteligencia artificial marca el inicio de una nueva etapa en la manera en la que los humanos analizan, comprenden y se relacionan con otras formas de vida. La línea entre la emulación digital y la conciencia biológica se difumina, proponiendo preguntas hasta ahora inéditas sobre el futuro de la convivencia interespecie.