Hallan nidos de avispas radiactivas en un sitio donde EE. UU. fabricaba bombas nucleares

El reciente hallazgo reaviva el debate sobre la vigilancia ambiental y la dispersión de residuos históricos en la zona

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En esta imagen de archivo,
En esta imagen de archivo, el desmantelamiento de un reactor de prueba en el centro nuclear Savannah River Site. (Departamento de Energía de EE. UU.)

El hallazgo de cuatro nidos de avispas con contaminación radiactiva en el Savannah River Site, una instalación nuclear situada cerca de Aiken, Carolina del Sur, ha generado inquietud sobre la seguridad ambiental en la zona. Según informaron autoridades federales, los nidos presentan niveles muy bajos de radiactividad y, de acuerdo con el Departamento de Energía de Estados Unidos, no representan un riesgo para los trabajadores, la comunidad ni el entorno natural. No obstante, el descubrimiento ha puesto en el centro del debate la gestión de residuos y la vigilancia en instalaciones nucleares.

El primer nido contaminado fue detectado el 3 de julio por empleados del Savannah River Site durante una inspección rutinaria cerca de un tanque de almacenamiento de desechos nucleares. Tras identificar la presencia de radiactividad, los trabajadores eliminaron el nido mediante fumigación y lo depositaron como residuo radiológico, sin que se detectara contaminación en el suelo o el área circundante. Posteriormente, en el transcurso de actividades habituales, se localizaron otros tres nidos con características similares en distintos puntos del complejo, según detalló el medio.

Edwin Deshong, director de operaciones del Savannah River Site, afirmó en un comunicado que “los nidos no representan un riesgo para los trabajadores, la comunidad ni el medio ambiente”. El informe oficial, sin embargo, no incluyó detalles técnicos como los niveles exactos de radiactividad o los isótopos presentes en los nidos, información que podría ayudar a determinar la magnitud de la contaminación.

Residuos radiactivos almacenados en contenedores
Residuos radiactivos almacenados en contenedores bajo 1,5 metros de concreto en uno de los edificios de Savannah River Site. (AP)

La ausencia de estos datos ha suscitado preocupación entre expertos en biología y ecología radiactiva. Timothy Mousseau, biólogo de la Universidad de Carolina del Sur y especialista en el estudio de organismos en zonas afectadas por radiación, advirtió que el hallazgo de los nidos indica que persisten contaminantes en el área que no han sido completamente controlados. Mousseau, en declaraciones a The New York Times, subrayó que la aparición de varios nidos contaminados sugiere la necesidad de intensificar la evaluación de los riesgos y peligros asociados a fuentes de contaminación radiactiva en el sitio.

Antecedentes del Savannah River Site

El Savannah River Site, conocido anteriormente como Savannah River Plant, ocupa una extensión de 803 kilómetros cuadrados (310 millas cuadradas) en la región de los sandhills de Carolina del Sur, cerca de la frontera con Georgia. Construido en la década de 1950, el complejo se dedicó durante décadas a la producción de plutonio y tritio, materiales esenciales para la fabricación de armas nucleares.

Tras el final de la Guerra Fría, la producción disminuyó y, en 1996, el Departamento de Energía inició un proceso de limpieza ambiental que, según las previsiones actuales, concluirá en 2065. En 2018, se anunció la reutilización de una edificación inacabada para la fabricación de núcleos de armas nucleares, con el inicio de operaciones previsto para la década de 2030.

Vista aérea de Savannah River
Vista aérea de Savannah River Site. (American Nuclear Society)

Origen de la contaminación en los nidos

Respecto a la forma en que los nidos adquirieron radiactividad, el informe del Departamento de Energía atribuyó la contaminación a residuos radiactivos históricos presentes en el lugar, descartando fugas recientes o fallos en el control de la contaminación. Mousseau consideró plausible esta explicación, señalando que existen restos de contaminación radiactiva en el lodo de lagos y otras áreas del sitio. Aunque no se especificó la especie de avispa involucrada, el experto explicó que muchas avispas construyen sus nidos a partir de madera en descomposición, por lo que es posible que hayan utilizado material contaminado inadvertidamente.

Si bien las avispas no suelen desplazarse grandes distancias desde sus nidos y el riesgo directo para la población parece limitado, Mousseau advirtió sobre la posibilidad de que existan zonas extensas de contaminación que no han sido detectadas. Asimismo, recordó que en 2017 se identificaron excrementos de aves con radiactividad en el techo de un edificio del sitio, lo que evidencia que otros animales pueden contribuir a la dispersión de contaminantes a lo largo del paisaje.

La aparición de estos nidos de avispas radiactivos, junto con antecedentes como el de las aves, refuerza la necesidad de mantener una vigilancia constante y de profundizar en la investigación sobre la presencia y el movimiento de radionúclidos en el ecosistema.