Dos robots juegan al escondite en la Estación Espacial Internacional, todo gracias a la IA

Sistemas de asistencia a astronautas, desarrollados por agencias espaciales de Alemania y Japón, establecieron por primera vez una conexión directa en la ISS, abriendo nuevas posibilidades para la cooperación en misiones espaciales

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Los resultados arrojaron varios detalles
Los resultados arrojaron varios detalles de cómo este tipo de desarrollos puede ser clave en diferentes situaciones. (Foto: Europa Press)

La primera comunicación directa entre dos sistemas robóticos de asistencia a astronautas, desarrollados de forma independiente por Alemania y Japón, ha revelado un nuevo paso en la cooperación tecnológica a bordo de la Estación Espacial Internacional (ISS).

Según el doctor Christian Rogon, del Centro Aeroespacial Alemán de la Agencia Espacial Alemana (DLR), este avance “allana el camino para la creación de redes de inteligencia artificial y robótica en la exploración. Este logro mejorará significativamente el apoyo a los astronautas”.

La noticia, confirmada en un comunicado conjunto de la DLR y la Agencia de Exploración Aeroespacial de Japón (JAXA), revela que dos robots, CIMON e Int-Ball2, lograron cooperar en tiempo real a través de redes informáticas separadas, durante la misión ICHIBAN, mediante un singular experimento: jugar al escondite en el espacio.

Cómo operan cada uno de los robots gracias a la IA

La tecnología de IBM fue
La tecnología de IBM fue clave para adaptar las funciones de las máquinas. (Foto: REUTERS/Sergio Perez/Archivo)

El desarrollo de esta colaboración requirió la adaptación de ambos robots, que originalmente no estaban diseñados para estas funciones. CIMON, creado por Airbus con el apoyo de IBM para la DLR, es un asistente autónomo que emplea tecnologías de procesamiento de lenguaje natural y reconocimiento de imágenes.

Su capacidad para interactuar con la tripulación mediante comandos de voz y percibir el entorno visual y sonoro lo convierte en una herramienta versátil para los astronautas.

Por su parte, Int-Ball2 es un dron con cámara desarrollado por JAXA y la empresa de software SEC, cuyo objetivo principal es facilitar la filmación y supervisión del trabajo de los astronautas en el módulo japonés Kibo, eliminando la necesidad de instalar cámaras adicionales de forma constante.

De qué forma fue posible este experimento en el espacio

Los modelos de lenguaje son
Los modelos de lenguaje son útiles para que los robots puedan seguir órdenes de forma fluida. (Imagen Ilustrativa Infobae)

Para lograr la integración, los grupos de trabajo de ambas agencias desarrollaron extensiones basadas en inteligencia artificial que permitieron conectar de forma segura los dos robots a través de las redes de la ISS.

IBM jugó un papel clave al implementar nuevas funciones de diálogo en CIMON mediante tecnología watsonx, actualizada de manera inalámbrica.

El sistema de operación robótica de CIMON fue ajustado para reconocer comandos de voz y, cuando resultaba posible, transmitirlos a Int-Ball2 a través de las redes internas de la estación.

Cómo los robots y los humanos trabajaron de forma conjunta

Se pretende que sea un
Se pretende que sea un complemento a la experiencia del astronauta. (Imagen Ilustrativa Infobae)

Durante el experimento, el astronauta japonés Takuya Onishi utilizó comandos de voz dirigidos a CIMON para controlar de manera remota a Int-Ball2, que se encontraba en un módulo distinto.

Esta interacción permitió que el robot japonés enviara imágenes al dispositivo alemán, posibilitando que Onishi “buscara con éxito” los objetos ocultos en otras áreas de la ISS.

El ingeniero Seiko Piotr Yamaguchi, del Centro de Tecnología de Vuelos Espaciales Tripulados de JAXA, subrayó el alcance de la misión al afirmar que “esta misión demuestra cómo la colaboración entre robots y humanos puede abrir nuevas posibilidades para apoyar a los astronautas y avanzar en la exploración espacial”.

Por qué este experimento es histórico en la exploración espacial

El experimento, que representa la primera colaboración directa entre sistemas de asistencia de diferentes agencias espaciales, no solo puso a prueba la interoperabilidad de los robots, sino que demostró la viabilidad de una comunicación bidireccional entre hardware alojado en redes de módulos distintos dentro de la ISS.

Varias pruebas se han hecho
Varias pruebas se han hecho en esta locación para revisar su viabilidad. (Foto: EFE/NASA/Archivo de la EEI)

Hasta ahora, las imágenes captadas por Int-Ball2 solo podían enviarse a la estación de control japonesa en la Tierra, sin posibilidad de interacción directa con otros dispositivos a bordo.

La misión ICHIBAN superó esta limitación, permitiendo que el robot japonés transmitiera imágenes en tiempo real al monitor del dispositivo alemán, lo que facilitó la búsqueda de objetos ocultos en distintos puntos de la estación.

Cuál era el objetivo de esta misión espacial

La misión ICHIBAN quiso demostrar la capacidad de comunicación y ejecución de acciones coordinadas, entre robots de diferentes agencias, operando en tiempo real y en redes separadas dentro de la ISS.

El éxito de este experimento no solo valida la interoperabilidad de sistemas robóticos heterogéneos, sino que sienta las bases para una colaboración más avanzada entre humanos y robots en ambientes espaciales, según el comunicado.