Seguridad en cajeros: cinco prácticas peligrosas que pueden poner en riesgo todos sus fondos

Revisar el lector de tarjetas, memorizar contraseñas y evitar rutinas fijas son medidas esenciales para evitar fraudes

Guardar
Los 5 errores más peligrosos
Los 5 errores más peligrosos al usar cajeros automáticos y cómo evitarlos en Colombia - (Imagen Ilustrativa Infobae)

En la última década, los cajeros automáticos evolucionaron de simples equipos para el retiro de dinero a verdaderas plataformas multifunción. Actualmente, permiten realizar pagos, transferencias, recargas y consignaciones desde más de 14.000 puntos en Colombia, muchos de ellos disponibles las 24 horas del día. La comodidad y acceso inmediato que ofrecen resultan innegables, pero junto con los avances también surgen nuevas preocupaciones y amenazas para la seguridad financiera.

La campaña de educación financiera “Saber más, ser más” advierte sobre prácticas comunes que, aunque puedan parecer inofensivas o fruto de la prisa, representan riesgos importantes al utilizar cajeros electrónicos. Evitar estas conductas resulta clave para no poner en peligro el dinero ni la información personal.

1. No fijarse en la presencia de objetos extraños

Los cajeros automáticos modernos facilitan
Los cajeros automáticos modernos facilitan pagos y transferencias, pero exigen mayor vigilancia de seguridad - (Imagen Ilustrativa Infobae)

En la actualidad, los delincuentes recurren a dispositivos electrónicos sofisticados, capaces de clonar tarjetas o capturar la información insertada en el cajero. Aunque no es un suceso cotidiano, tampoco es improbable. Por ese motivo, revisar que el lector de tarjetas y el área circundante estén libres de elementos anómalos resulta fundamental.

Si se percibe cualquier alteración, como piezas mal ajustadas, adhesivos o elementos sospechosos, lo más seguro es abstenerse de realizar la operación, cancelar la transacción y reportar el hallazgo a la entidad bancaria. Actuar con rapidez puede evitar daños mayores y alertar a otros usuarios.

2. Permitir que personas extrañas ayuden a retirar dinero

Aceptar ayuda de desconocidos, por muy amables que parezcan, implica un riesgo considerable para la seguridad. Las entidades financieras nunca autorizan a sus funcionarios para asistir en transacciones directamente en los cajeros. Cualquier persona que se acerque a “ayudar” podría intentar distraer o engañar al usuario con intenciones de fraude o robo.

Hoy los usuarios deben estar
Hoy los usuarios deben estar atentos a objetos sospechosos, extraños e incluso a la frecuencia con que actualizan sus claves para mantener los fondos a salvo - (Imagen Ilustrativa Infobae)

Ante cualquier duda, lo recomendable es acudir al personal de servicio al cliente del banco o a los canales oficiales de atención, evitando intermediarios que pudieran aprovechar la situación.

3. Escribir la clave de la tarjeta o llevarla visible

Una práctica sorprendentemente común es anotar la clave en la propia tarjeta, el estuche o papeles que se portan en la billetera. Este descuido facilita el acceso directo a los fondos en caso de pérdida o robo.

Cometer este error podría compararse con dejar la llave de una casa colgada en la puerta, aunque la intención sea no olvidar la clave, el peligro es evidente. La clave numérica debe memorizarse y no anotarse en ningún objeto físico. Utilizar combinaciones difíciles de adivinar complementa la protección.

Cambiar la clave, denunciar alteraciones
Cambiar la clave, denunciar alteraciones en el equipo y minimizar retiros elevados forman parte de la defensa ante nuevas amenazas en la banca digital del país - (Imagen Ilustrativa Infobae)

4. Retirar grandes sumas de dinero

Los cajeros automáticos pueden facilitar el acceso rápido al efectivo, pero no siempre son la opción más segura para grandes retiros. En estos casos, conviene considerar alternativas como cheques de gerencia, transferencias electrónicas o consignaciones bancarias.

Si el retiro elevado resulta imprescindible, es recomendable hacerlo acompañado de una persona de confianza o solicitar el acompañamiento gratuito de la policía nacional marcando la línea 123. Minimizar los riesgos durante estas operaciones es fundamental.

5. Mantener la misma clave durante demasiado tiempo

Repetir la misma rutina, utilizando siempre el mismo cajero y sin modificar la clave por largos periodos, incrementa las vulnerabilidades ante delitos.

La educación financiera y la
La educación financiera y la atención al entorno se vuelven clave ante una banca más digital y expuesta, donde los errores cotidianos pueden significar grandes pérdidas - (Imagen Ilustrativa Infobae)

Cambiar la clave numérica al menos cada 90 días reduce drásticamente las posibilidades de sufrir ataques, ya que dificulta la labor de observadores y personas malintencionadas que pudieran intentar obtener la clave mediante repeticiones o vigilancia. La renovación periódica fortalece la protección de las cuentas.

La evolución de los cajeros automáticos ha mejorado la experiencia bancaria, pero la seguridad debe permanecer como una prioridad. Adoptar estas precauciones y rechazar prácticas peligrosas representa la mejor defensa frente a posibles fraudes.

La educación financiera y la atención constante son herramientas esenciales para mantener los fondos a salvo.