Bill Gates gana cada segundo 574 dólares: aunque su fortuna está en decadencia

Además de ser el símbolo durante años de Microsoft, Bill Gates también representó la imagen del hombre más rico del mundo. Un puesto que cedió hace un tiempo y por el que no está preocupado, a pesar de ganar cientos de dólares por cada segundo que pasa.

Las cifras, verificadas por fuentes como Bloomberg y Forbes, demuestran la millonaria riqueza que tiene el hoy filántropo, aunque cada vez ese valor disminuye.

Cada segundo que vive, Bill Gates gana 574 dólares. Esta cifra, calculada por Bloomberg para julio de 2025, resulta de las rentabilidades generadas por sus inversiones y activos, un portafolio que incluye acciones de Microsoft y otras compañías de tecnología e innovación.

Traducido al ritmo cotidiano, Gates suma 14,5 millones de dólares por cada noche de descanso, lo que evidencia hasta qué punto sus ingresos han alcanzado proporciones difíciles de dimensionar para el común de la población.

En el acumulado de 2023, los beneficios aumentaron en 19.000 millones de dólares, con un promedio de 52.054.794 dólares al día. Este nivel de ingreso conduce a comparaciones inevitables: si Gates lo considerara un “salario por hora” en una jornada laboral normal, percibiría 9.134.615 dólares cada 60 minutos, o sea, aproximadamente 145.000 dólares por segundo.

Cifras tan elevadas sitúan a Gates en una esfera distante de cualquier media salarial, y muestran la manera en que el capital y los mercados pueden multiplicar recursos de quienes partieron de posiciones de liderazgo en el sector tecnológico global.

Aunque los ingresos anuales mantienen estos niveles astronómicos, el patrimonio de Bill Gates no es hoy tan elevado como en su punto máximo. Durante más de una década, Gates lideró el ranking de millonarios, sin embargo, en 2023 Forbes lo colocaba en la séptima posición y a julio de 2025 Bloomberg estima su fortuna en torno a 124.000 millones de dólares.

El motivo de esta caída reside en reveses bursátiles ni en derroches, sino en el volumen de sus aportes filantrópicos.

Gates ha transferido cantidades gigantes a diversas causas sociales, y según sus declaraciones públicas, tiene un plan para deshacerse voluntariamente del 99% de su fortuna antes de 2045.

Esta política de donaciones ha provocado una dilución progresiva de su riqueza personal, aunque en la práctica, la velocidad a la que entran beneficios compensa, al menos parcialmente, la magnitud de las transferencias filantrópicas.

Si hoy decidiera gastar un millón diario en gastos personales, tardaría más de tres siglos y medio en quedarse sin dinero. Incluso si viviera hasta los 100 años, podría gastar 468.000 dólares por hora sin preocuparse por el futuro.

Las donaciones de Gates no son simples actos de caridad ocasional, sino una estrategia bien planificada de reinversión social. El cofundador de Microsoft anunció en su blog que la Fundación Bill y Melinda Gates cerrará sus operaciones el 31 de diciembre de 2045, tiempo en el que prevé transferir prácticamente toda su fortuna a estos proyectos alineados.

Desde su creación en el año 2000, la fundación ya ha dedicado más de 100.000 millones de dólares a iniciativas globales y, de acuerdo con el nuevo plan, Gates invertirá al menos 200.000 millones adicionales antes de su cierre.

El marco conceptual de este plan se inspira en ideas como las del filántropo Andrew Carnegie quien aseguraba: “quien muere rico, muere deshonrado”. Gates adoptó esta máxima como principio rector y la ha convertido en el eje de su legado financiero.

Durante los próximos veinte años, los objetivos fundamentales de su fundación serán evitar muertes prevenibles de madres y niños, eliminar enfermedades infecciosas mortales (polio, malaria, sarampión y dracunculosis) y reducir la pobreza extrema.