
A casi un cuarto de siglo de su lanzamiento, Windows XP sigue provocando un inusual entusiasmo, lejos de los escritorios de oficina donde alguna vez reinó. Cuando Microsoft decidió poner fin al soporte oficial en 2014, muchos habrían pronosticado su retiro definitivo, pero ahora hay un reto en la web en la que los usuarios buscan instalar este sistema operativo en dispositivos actuales.
Esto ha llevado a que algunos logren tenerlo en teléfono plegable de Motorola, algo inesperado para muchos, pero que recuerda a la tendencia de llevar a Doom a diferentes dispositivos que lleva años dando vueltas en internet.
Por qué resucitar Windows XP
Durante años, Windows XP se convirtió en sinónimo de estabilidad y familiaridad. Para una generación entera representó el acceso a internet, los primeros juegos en red y la experiencia informática doméstica por excelencia.
Esta carga simbólica, sumada al deseo de afrontar un desafío técnico, impulsa a usuarios a buscar formas de mantenerlo vigente, más allá de las advertencias sobre vulnerabilidades y obsolescencia.

Las motivaciones no se alinean con la funcionalidad tradicional de un sistema operativo moderno. Los entusiastas que encaran el reto lo describen como un pasatiempo y un logro personal, una manera de confrontar las limitaciones impuestas por la industria tecnológica y la rápida caducidad del software.
Ejecutar Windows XP en un ordenador actual o incluso en un teléfono móvil se convierte, así, en una declaración de ingenio y nostalgia ante la velocidad del cambio.
Obstáculos y soluciones para instalar Windows XP actualmente
Reinstalar o ejecutar Windows XP en una PC de hace dos décadas requiere poco más que un disco de instalación. La situación se complejiza de forma pronunciada con hardware fabricado desde 2018, sobre todo si se intenta una instalación nativa y no a través de una máquina virtual. El principal escollo surge de la incompatibilidad entre los controladores desarrollados para el nuevo hardware y las capacidades reconocidas por XP.
El procedimiento, recopilado en foros especializados como Reddit y sitios como overclockers.net, implica una serie de pasos meticulosos. En primer lugar, resulta imprescindible modificar la imagen ISO de Windows XP con utilidades como NTLite, integrando los drivers que permitan identificar la placa base, el procesador y los componentes esenciales de la máquina.

La obtención de la ISO ya representa un desvío legítimo del canal oficial, ya que Windows XP ya no se distribuye legalmente desde Microsoft. Fuentes alternativas como Archive.org se convierten en la solución habitual.
La creación de un USB de arranque exige el empleo de programas como Rufus, desplegados comúnmente para sistemas mucho más modernos como Windows 11. El ajuste de la BIOS también debe ser preciso: desactivar funcionalidades como “Secure Boot” y activar el modo IDE son requerimientos vitales para simular las condiciones óptimas de instalación reconocidas por XP.
En contraste con lo que podría suponerse, instalar Windows XP en hardware moderno trae consigo un riesgo importante en términos de seguridad. La exposición a la red convierte cualquier equipo con XP en un blanco sencillo para el malware adaptado a vulnerabilidades nunca corregidas. Por ese motivo, quienes toman el reto suelen mantener los sistemas desconectados de internet o les atribuyen un uso exclusivamente experimental.
Así llegó Windows XP en lugares inesperados
El ingenio de la comunidad no se queda en los ordenadores de escritorio o portátiles recientes. Existen usuarios que llevaron la experimentación más lejos y lograron instalar Windows XP en hardware diseñado incluso antes del propio sistema operativo.

Entre los retos más sorprendentes figura la ejecución exitosa de XP en un ordenador con procesador Intel 486, cuyo origen se remonta a años anteriores a la aparición del software de Microsoft.
Otro es el caso del Moto RAZR 40 Ultra, que tiene un diseño plegable. Equipado con una pantalla pOLED de 6,9 pulgadas y un procesador Snapdragon 8+ Gen 1, ofrece características muy alejadas de los antiguos estándares de escritorio.
No obstante, el usuario de Reddit Constant_Vehicle7539 documentó el proceso y resultado de ejecutar una versión completa de XP usando el emulador QEMU.
La clave de este experimento reside en el empleo de Vectras VM QEMU, una variante del conocido emulador QEMU capaz de reproducir todo un entorno informático de PC dentro del teléfono inteligente.
En lugar de una simple aplicación, el Moto RAZR 40 Ultra aloja una máquina virtual completa en su pantalla plegable. Al colocar el dispositivo en un ángulo de 90 grados, la mitad inferior se convierte en un teclado táctil y la superior en pantalla principal, generando la apariencia de un ordenador portátil ultracompacto con Windows XP y su característico wallpaper “Bliss”.
El ejercicio no persigue objetivos prácticos ni convierte al smartphone en una estación de trabajo eficiente, pero verifica la flexibilidad de la plataforma y el alcance de la virtualización moderna.
Más allá del Moto RAZR 40 Ultra, otros dispositivos, como la BlackBerry Passport, han formado parte de este tipo de experimentos, aunque los resultados suelen ser más anecdóticos que funcionales.
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