Microsoft alertó un aumento del 150% en reuniones virtuales: “horas y horas de tiempo desperdiciado”, decía Steve Jobs

Un análisis de Microsoft, liderado por Satya Nadella, revela cómo la saturación de videollamadas tras la pandemia y la integración de inteligencia artificial desafían los modelos de eficiencia y bienestar en la industria

Guardar
Microsoft alertó sobre el exceso
Microsoft alertó sobre el exceso de reuniones virtuales y su impacto en la productividad global - (Imagen Ilustrativa Infobae)

La saturación de reuniones se ha instalado como un fenómeno cotidiano, especialmente desde el auge del trabajo a distancia tras la pandemia. Microsoft, una de las principales voces en el sector tecnológico, acaba de confirmar con datos lo que miles de trabajadores ya sospechaban: las reuniones virtuales se han incrementado un 150% respecto al periodo anterior a 2020.

El incremento no sorprende a quienes viven la jornada laboral entre videollamadas y agendas sobrecargadas de convocatorias.

Microsoft alertó el número de reuniones virtuales y su utilidad

La “ineficiencia humana” según Microsoft:
La “ineficiencia humana” según Microsoft: reuniones virtuales aumentan 150% y afectan el trabajo en remoto - REUTERS/Gonzalo Fuentes/File Photo

Según los datos recabados a través de Teams, la plataforma de comunicación corporativa de la empresa dirigida por Satya Nadella, el crecimiento es sostenido y ha alcanzado cifras que, en palabras de la propia compañía, suponen haber llegado “al punto de máxima ineficiencia humana”.

En Microsoft advirtieron que el ritmo actual de reuniones representa una amenaza para la productividad y el bienestar de los empleados.

El incremento vertiginoso de reuniones ha reavivado un debate que Steve Jobs ya planteaba hace décadas. El cofundador de Apple consideraba las reuniones como el mayor enemigo de la productividad y la creatividad. “Las reuniones interrumpen el trabajo, rompen el impulso, matan la creatividad. Y son horas y horas de tiempo desperdiciado”, afirmó en su biografía autorizada.

Su aversión era tal que instauró en su regreso a Apple un día completo a la semana sin reuniones, precisamente para ofrecer un respiro a los equipos y dar espacio a la concentración individual.

El exceso de reuniones virtuales
El exceso de reuniones virtuales es visto como una sobrecarga innecesaria para el empleado - (Imagen Ilustrativa Infobae)

Aunque la pandemia normalizó el trabajo en remoto e impulsó modelos híbridos en todo el mundo, la consecuencia más clara ha sido la pérdida de control sobre la frecuencia y duración de las reuniones. En España, por ejemplo, el 15% de los empleados trabaja desde su casa de manera regular. En otros países europeos, como Países Bajos, el porcentaje supera el 50%.

Sin embargo, la satisfacción por el teletrabajo no es absoluta: los empleados reconocen que la proliferación de videodebates y encuentros virtuales ha sobrecargado su rutina y reducido los momentos de trabajo efectivo.

Desde Microsoft se ha observado que la jornada laboral se fragmenta y se extiende, ya que las reuniones interrumpen el flujo de trabajo y fuerzan a muchos a terminar sus tareas reales fuera del horario oficial. El fenómeno obliga a repensar el equilibrio entre colaboración y productividad. Al final, la propia dinámica del trabajo remoto parece haber propiciado un entorno donde la ineficiencia supera, muchas veces, los supuestos beneficios de la flexibilidad.

El trabajo presencial se impone sobre el modelo remoto

El estudio presentado por Microsoft
El estudio presentado por Microsoft evidencia que la explosión de reuniones digitales fragmenta la jornada laboral y obliga a revisar la relación entre colaboración, innovación y flexibilidad en el ámbito corporativo - (imagen ilustrativa Infobae)

La advertencia de Microsoft llega en un momento clave para la industria tecnológica, donde crece la tendencia entre las grandes compañías por volver a la presencialidad. Amazon dio el primer paso al anunciar la desaparición del trabajo remoto y la vuelta obligatoria a la oficina, con el objetivo explícito de “restaurar la cultura corporativa” y favorecer la colaboración directa entre equipos.

La reacción de los empleados no se hizo esperar y múltiples foros internos calificaron la iniciativa como una decisión difícil de justificar tras años de flexibilidad. Starbucks y Disney vivieron reacciones similares, con recogidas de firmas y campañas de protesta ante el regreso al modelo tradicional.

El cambio no es exclusivo del sector tecnológico. Corporaciones como JPMorgan, Goldman Sachs, Citigroup y HSBC han abandonado el híbrido para instaurar jornadas presenciales completas. Empresas como Apple, Dell, Tesla y otras han fijado reglas estrictas de presencialidad, e incluso han sancionado con la desvinculación a quienes no cumplen.

El debate gira en torno a la autonomía, la conciliación y la eficiencia, mientras la integración de tecnologías como la inteligencia artificial transforma la gestión del trabajo y el monitoreo de los empleados.

La etapa de tolerancia al trabajo remoto parece acercarse a su fin en muchas corporaciones líderes, al tiempo que los desafíos sobre cómo organizar, colaborar y mantener la creatividad en entornos virtuales se mantienen abiertos. Entre la saturación de reuniones virtuales y la presión por el retorno a la oficina, las empresas enfrentan el reto de redefinir sus modelos laborales en una nueva era de cambios acelerados.