Si tienes un cargador de celular viejo no lo botes, es un tesoro: estos son los usos que le puedes dar

Reutilizar cargadores viejos ayuda a ahorrar dinero y fomenta el reciclaje electrónico

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Los cargadores antiguos pueden venderse
Los cargadores antiguos pueden venderse en plataformas online, especialmente si son de marcas reconocidas. (Imagen Ilustrativa Infobae)
Al cambiar un celular, el cargador antiguo queda también olvidado y muchos no saben que es un accesorio que puede ser muy útil tanto para su uso principal, como para darle otra vida en distintas alternativas.

Por lo que saber cómo reaprovechar estos pequeños artefactos puede significar un ahorro económico, una acción ecológica y un incentivo al aprendizaje.

Cómo convertir un cargador viejo en un accesorio de múltiples usos

La presencia de cargadores antiguos en cajones y estanterías suele pasar inadvertida. Cuando ya no cumplen su función principal, la primera reacción puede ser desecharlos junto con otros residuos electrónicos. Pero estos accesorios contienen componentes reutilizables y aplicables en diferentes contextos, incluso si dejaron de servir para su propósito original.

También tienen un atractivo creciente en mercados de segunda mano y entre coleccionistas y técnicos, especialmente aquellos modelos de marcas reconocidas como Nokia, Motorola, Apple, Samsung y Sony Ericsson, o los que utilizan conectores poco frecuentes.

El uso de adaptadores amplía
El uso de adaptadores amplía la compatibilidad de cargadores antiguos con dispositivos modernos. (Imagen Ilustrativa Infobae)

De hecho, no son pocos los usuarios que optan por ponerlos a la venta en plataformas de comercio electrónico, donde los precios pueden variar entre de 3,5 a 13,5 dólares, en función de la rareza del conector o la marca.

Asimismo, un cargador en buen estado encontrado en casa puede intercambiarse o donarse, ampliando su vida útil mediante la economía circular.

El uso más evidente de los cargadores viejos consiste en reutilizarlos como fuente de energía para otros dispositivos. Muchos gadgets y equipos electrónicos domésticos operan con niveles de voltaje y corriente compatibles con los cargadores estándar.

Luces LED, radios portátiles, routers antiguos, parlantes de baja potencia, ventiladores portátiles y mini humidificadores constituyen ejemplos claros de aparatos que pueden beneficiarse de estos adaptadores.

Cargadores en desuso pueden destinarse
Cargadores en desuso pueden destinarse como fuentes de energía de emergencia en viajes o el hogar. (Imagen Ilustrativa Infobae)

Para aprovechar un cargador como fuente de alimentación, solo es necesario verificar que funcione correctamente y comprobar el voltaje de salida. Si el dispositivo tiene una salida USB, se puede reincorporar para recargar baterías externas, power banks, auriculares inalámbricos y lectores de libros electrónicos.

Incluso, con el uso de adaptadores se amplía el espectro de compatibilidad para dispositivos más modernos, aunque hay que considerar una reducción en la velocidad de carga.

El reciclaje creativo se extiende al campo de la robótica casera y la experimentación electrónica. Placas como Arduino, sensores básicos, pequeños robots educativos o juguetes recargables pueden alimentarse a través de estos cargadores, permitiendo a entusiastas y amateurs crear, probar y mantener proyectos sin necesidad de invertir en nuevas fuentes de energía.

Además, al dejar el cargador en un lugar fijo dentro del hogar se puede tener siempre una fuente de carga disponible sin la necesidad de mover el cargador principal, una solución cómoda y eficiente. Destinar esos adaptadores viejos como opciones de emergencia para viajes o guardar uno en la mochila o el maletín ayuda a mitigar el riesgo de olvido, pérdida o daño del cargador principal.

Talleres educativos emplean cargadores viejos
Talleres educativos emplean cargadores viejos para enseñar electrónica básica y reciclaje responsable. (Imagen Ilustrativa Infobae)

Cómo convertir un cargador en componentes reutilizables para reparaciones y aprendizajes

Los cargadores deteriorados o que ya no sirven para su uso típico, pueden desmontarse en busca de cables, conectores y piezas como resistencias. Con solo tijeras y cinta aislante, es posible fabricar un alargador casero, improvisar conexiones entre dispositivos de distinto conector o conservar repuestos para reparaciones. Un multímetro facilita la verificación de qué partes siguen activas y operativas tras el desmontaje.

Estos materiales resultan útiles para técnicos, reparadores amateurs o para quien desea experimentar en casa. Además, el proceso de desmontar un cargador permite comprender cómo funciona un circuito simple y el rol de cada componente, facilitando un aprendizaje práctico de electrónica básica.

De hecho, muchos talleres educativos emplean cargadores viejos para enseñar soldadura, montaje de circuitos y la importancia del reciclaje y la responsabilidad en la gestión de residuos tecnológicos.

En el ámbito educativo y familiar, abrir un cargador con precaución se convierte en una herramienta didáctica ejemplar para transmitir el valor del reciclaje y la segunda vida de los dispositivos. Inculcar este tipo de consumo responsable puede reducir la generación de residuos y estimular la curiosidad tecnológica en niños y adultos.