Magnolia, la yegua campeona de torneo de caballos que fue clonada con tecnología nuclear

Esta es una solución para mantener la genética competitiva de un linaje que ha hecho parte de competiciones olímpicas

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La yegua clonada proviene de
La yegua clonada proviene de una campeona de Brasileiro de Hipismo y busca preservar su genética de élite. (Imagen Ilustrativa Infobae)

En São Paulo, Brasil, se registró por primera un clon de yegua de Brasileiro de Hipismo (BH), una taza de caballo deportivo, que fue producto de un proceso de biotecnología y marca un momento histórico en el futuro del hipismo olímpico.

Magnólia Mystic Rose TN1, o simplemente Magnólia Mystic Rose I, es el nombre de la yegua y su origen proviene de un animal que fue campeona en varias competiciones, por lo que intentan replicar su estructura genética para buscar mejores resultados.

Cómo es el origen de la yegua clonada

La historia de este clon comienza con la propia Magnolia Mystic Rose, una yegua que sobresalió en el deporte tanto por sus logros en pista como, sobre todo, por su capacidad reproductiva fuera de ella.

Magnolia, con 15 años —límite típico para el alto rendimiento—, es madre de Miss Blue Mystic Rose, ganadora de competiciones emblemáticas como el Grand Prix de Hamburgo, el Grand Prix Rolex de Roma y el GP Europa en el World Equestrian Festival CHIO Aachen, siendo además representante olímpica de Brasil en París 2024.

El proceso de clonación utilizó
El proceso de clonación utilizó técnicas avanzadas como transferencia nuclear e ICSI bajo protocolos internacionales. (Imagen Ilustrativa Infobae)

El haras, dirigido por Nilson Leite junto a la familia Leite, contempló durante años la posibilidad de que la línea genética original de Magnolia pudiera perderse, ya que las hembras de élite como ella tienen una ventana fértil limitada y, en el caso de Miss Blue, su prematura muerte por una torsión intestinal cerró abruptamente la posibilidad de nuevas crías directas.

“Magnolia es un marco genético. Lo que ella entregó en el deporte y, principalmente, en la reproducción, exigía una respuesta a la altura: preservar su genética con responsabilidad”, explica Nilson.

Cómo fue el proceso de clonación

El proceso de clonación fue realizado en colaboración con la empresa In Vitro Equinos, especialista en biotecnología reproductiva. El equipo empleó la técnica conocida como transferencia nuclear, así como la Inyección Intracitoplasmática de Espermatozoide (ICSI) aplicada con rigor bajo protocolos internacionales, una metodología que permite la multiplicación de genéticas de animales de alta performance.

La secuencia comenzó con la extracción de células de la piel del cuello de la yegua Magnolia. A partir de estas células, denominadas fibroblastos, el laboratorio cultivó poblaciones celulares puras y seleccionadas. El siguiente paso consistió en tomar óvulos, de los que se extrajo todo su material genético original —un proceso llamado enucleación—.

La inversión para clonar a
La inversión para clonar a Magnolia Mystic Rose TN1 alcanzó los R$ 500.000, reflejando la complejidad del procedimiento. (Imagen Ilustrativa Infobae)

En esos óvulos “vacíos”, los especialistas insertaron los núcleos de Magnolia, configurando así el punto de partida de la clonación: un embrión perfecto desde el punto de vista genético.

La activación del embrión se logró mediante estímulos artificiales, tras lo cual las células comenzaron a dividirse de manera natural, emulando el desarrollo fisiológico de cualquier nuevo ser. El embrión fue mantenido en una incubadora durante ocho días, en condiciones controladas que reproducen el ambiente uterino.

Posteriormente, se congeló hasta el momento más propicio y fue transferido al útero de una yegua receptora especialmente preparada con tratamiento hormonal. Según los responsables, “el clon no sufre influencia genética alguna del animal gestante y es copia exacta de la donante original”.

Este proceso, minucioso y costoso, requirió una inversión estimada de R$ 500.000 (alrededor de USD 100.000), si bien otros cálculos para clones similares hablan de aproximadamente R$ 320.000 por potro nacido. La expectativa es que, de unos 50 óvulos manipulados, apenas uno llegue efectivamente a término, lo que subraya la complejidad y el alto nivel de inversión necesario.

La nueva ley brasileña regula
La nueva ley brasileña regula la clonación animal y garantiza trazabilidad y seguridad en la equinocultura. (Imagen Ilustrativa Infobae)

El valor detrás de la clonación de Magnolia trasciende los aspectos económicos. Nilson Leite, miembro del Consejo Técnico de la Asociación Brasileña de Criadores de Caballos BH (ABCCBH), enfatiza que la clonación no se plantea como sustituta, sino complementaria de la reproducción tradicional.

Su objetivo es actuar como herramienta de conservación y perpetuidad genética para matrices excepcionales, es decir, “no se trata de salir clonando cualquier animal, sino de usar esta tecnología de manera responsable y estratégica”.

Además, la legislación brasileña refrendó este avance científico. En noviembre de 2024, el presidente Luiz Inácio Lula da Silva sancionó la Ley Nº 15.021/2024, que regula la clonación y manipulación de material genético animal con fines agropecuarios, marcando el inicio de una nueva era en la equinocultura de alto rendimiento.

La ley exige registros, certificados y seguimiento técnico, lo que proporciona un marco de seguridad y trazabilidad a nivel internacional.

El futuro de la potra
El futuro de la potra clonada se debate entre la alta competición y la reproducción como respaldo genético. (Imagen Ilustrativa Infobae)

Cuál es el futuro de Magnolia Mystic Rose TN1

A los ocho meses de nacida y recientemente registrada en junio de 2025, Magnolia Mystic Rose TN1 está valuada ya en cerca de R$ 500.000 (cerca de USD 100.000) y se la considera una apuesta segura para el futuro deportivo y reproductivo.

Bajo atención 24 horas y con monitoreo constante de un equipo de alto nivel, la potra convive y es “mimada” por la yegua original Magnolia, compartiendo el mismo pasto en Salto de Pirapora, ciudad ubicada a pocos kilómetros de la capital paulista.

El destino de la potra aún se debate entre la pista y la reproducción, ya que el plan inicial es que funcione como una “copia de seguridad genética” de la matriz insustituible.

Según los técnicos, el inicio del entrenamiento para la alta competición podría darse a partir de los cuatro años, ya que el desarrollo completo de un caballo de deporte lleva alrededor de una década.