Fans de Rick y Morty celebran su éxito con la octava temporada disponible en Max: nihilismo y existencialismo

La nueva temporada adapta conceptos tecnológicos y filosóficos para cuestionar la unicidad personal, explorando cómo la multiplicidad de realidades y versiones de los personajes desafía las nociones tradicionales de existencia

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La mezcla de humor negro
La mezcla de humor negro y cuestionamientos filosóficos caracteriza cada episodio nuevo, reafirmando el lugar de la serie como animación compleja para adultos - (HBO Max)

Rick and Morty, la serie animada de Adult Swim que ya avanza en su octava temporada, se ha convertido en uno de los referentes para las series animadas de adultos. Las aventuras de Rick Sanchez y su nieto Morty a bordo de portales ‘interdimensionales’ se presentan como una sucesión de eventos imposibles, pero el verdadero peso de la serie reside en su capacidad para abordar cuestionamientos filosóficos.

Más allá de los disparates cósmicos y las criaturas exóticas, Rick and Morty traduce a la pantalla debates existenciales, nihilistas y éticos, situando al espectador ante un espejo distorsionado pero revelador.

El impacto en la cultura de la serie de acuerdo con HBO Max

La serie animada utiliza mecánicas
La serie animada utiliza mecánicas interdimensionales y realidades alternativas para introducir debates sobre identidad, libre albedrío y ética en un contexto de innovación narrativa, fusionando tecnología y existencialismo como nunca antes - (HBO Max)

De acuerdo con HBO Max el ascenso de Rick and Morty como fenómeno cultural se explica, en parte, por la forma en que problematiza el sentido de la existencia en un universo donde nada parece tener un propósito definido. A cada episodio, la serie multiplica preguntas en lugar de ofrecer respuestas cerradas.

¿Qué significa “ser uno mismo” en un multiverso donde existen infinitas versiones de una misma persona? ¿Dónde se ubica la responsabilidad individual cuando cualquier acto parece ínfimo en la escala cósmica? Esas preguntas, lejos de limitarse a la comedia, impulsan la narrativa hacia un territorio donde la filosofía y el entretenimiento se cruzan.

Rick: el abuelo genio nihilista

Rick Sanchez materializa el nihilismo con una coherencia feroz. Su inteligencia brutal lo convierte en el escéptico perfecto, incapaz de someterse a sistemas de valores o creencias trascendentes. Procede como si todo, incluidos amigos y familiares, fuera descartable.

Inteligencia artificial, realidades alternas y
Inteligencia artificial, realidades alternas y filosofía: Rick and Morty lleva la tecnología al absurdo - HBO max

No busca consuelo en convenciones sociales ni en ningún código moral. Pero la serie muestra también los vacíos y las contradicciones de esa postura. Rick atraviesa episodios de autodestrucción, soledad y adicciones. La ausencia de sentido no lo libera, sino que lo sumerge, a menudo, en un sufrimiento silencioso. El nihilismo, así entendido, deja de ser una coraza invulnerable y revela zonas frágiles, humanas y dolorosas.

Morty: el nieto existencialista

Morty encarna el polo opuesto. Mientras Rick ridiculiza toda búsqueda de sentido, Morty intenta encontrarlo aún en medio del caos. Es el adolescente que aún cree en el valor de las pequeñas decisiones y de los vínculos afectivos, que se cuestiona constantemente el bien y el mal, y que no deja de buscar un propósito.

Las fricciones entre ambos personajes reflejan el dilema existencial permanente: en un mundo que parece reservado al absurdo, la búsqueda de sentido se convierte en un acto de rebeldía. El conflicto existencialista motiva gran parte del drama de la serie, anclando la ironía sobre el libre albedrío y la responsabilidad personal.

Más allá de los portales
Más allá de los portales y artefactos, la serie transforma la tecnología en una herramienta narrativa para afrontar los grandes dilemas sobre sentido, fatalismo y responsabilidad individual en el universo - HBO max

El pensamiento fatalista del determinismo se explora a fondo a través de la mecánica de realidades alternas y personajes multiplicados. Rick and Morty indaga en la idea de que cada decisión abre una nueva bifurcación en la existencia.

Si es posible que existan infinitos Ricks y Mortys, todos con historias diferentes, la identidad se convierte en un concepto complejo y difuso. La autenticidad de cada versión queda en entredicho. La serie sugiere que la unicidad es una ilusión frágil, influida por la posibilidad de que cada elección cobre importancia únicamente en una realidad específica.

Pero el universo, aunque indiferente, no exime a los personajes de consecuencias. Las acciones de Rick, Morty y el resto de la familia Smith generan repercusiones, a menudo imprevisibles. La serie plantea interrogantes morales sobre el valor de una vida, el dolor ajeno o la responsabilidad colectiva.

Cada dilema ético aparece disfrazado de broma sarcástica, pero obliga a considerar cómo debería actuar alguien si no existen normas universales, ni garantías, ni esperanza de justicia trascendental.

Rick and Morty no renuncia a la comedia, por el contrario ironiza incluso con las preguntas filosóficas más inquietantes. Pero bajo ese humor ácido y ese desenfreno narrativo, la serie mantiene un pulso constante con asuntos centrales de la condición humana.

La exploración de la nada, la búsqueda de sentido y los límites del libre albedrío se mezclan entre portales y absurdo. Mientras avanza su octava temporada, Rick and Morty sigue mostrando que incluso en medio de la indiferencia cósmica, preguntarse por el sentido es, en sí mismo, un gesto relevante.