Uso excesivo del smartphone en Colombia: cifras revelan una fuerte adicción digital

En un contexto donde el celular domina la rutina diaria, cada vez es más urgente repensar la relación con las pantallas y priorizar el bienestar

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Un importante porcentaje de colombianos
Un importante porcentaje de colombianos admitió que pasa gran tiempo viendo el celular. (Imagen Ilustrativa Infobae)

Cada vez es más habitual ver a alguien desbloquear su celular sin razón aparente. Solo para revisar. Solo por costumbre. Este gesto, aparentemente inofensivo, revela un fenómeno creciente en Colombia: el 56,3 % de los ciudadanos declara necesitar su celular de forma constante y sin motivo específico, según cifras del Observatorio Colombiano de Ciencia y Tecnología (OCyT).

Lo que alguna vez fue una herramienta puntual, hoy se ha convertido —para muchos— en una especie de apéndice emocional, generador de urgencia, validación y, cada vez más, ansiedad. El vínculo entre los colombianos y la tecnología va mucho más allá del trabajo o el entretenimiento. El teléfono móvil se ha vuelto el centro de la vida diaria, especialmente en los sectores más jóvenes.

De acuerdo con el último informe de DataReportal (2024), en promedio, las personas en Colombia pasan 3 horas y 45 minutos al día en redes sociales, dentro de un total de más de 10 horas diarias frente a pantallas. Esta hiperconectividad, que creció exponencialmente con la digitalización postpandemia, está teniendo consecuencias visibles en los hábitos, el sueño, la productividad y, sobre todo, en la salud mental.

Colombianos pasan gran parte de
Colombianos pasan gran parte de su día mirando el smartphone. (Imagen Ilustrativa Infobae)

Uno de cada seis jóvenes en el país muestra signos de ansiedad relacionados directamente con el uso excesivo del smartphone, según estudios recopilados por el OCyT. Pero el problema no solo afecta a los adolescentes.

En todas las edades comienzan a repetirse patrones de conducta como la revisión compulsiva de notificaciones, la culpa por no responder de inmediato o el temor de perderse algo importante (el famoso FOMO, por sus siglas en inglés). Se trata de una relación ambivalente: el celular conecta, informa y entretiene, pero también sobrecarga, distrae y genera agotamiento.

Ante esta realidad, algunas marcas tecnológicas comienzan a replantear su rol. Ya no se trata únicamente de ofrecer más funciones o mayor potencia, sino de repensar cómo la tecnología puede integrarse a la vida sin sobrecargarla. Una de las empresas que está explorando ese camino es HONOR, que desde hace unos años viene impulsando una filosofía de diseño centrada en el bienestar del usuario.

No importa el momento del
No importa el momento del día, colombianos siempre están atentos a su celular. (Imagen Ilustrativa Infobae)

“Con nuestros lanzamientos más recientes, queremos entender al usuario, no abrumarlo”, explica Kenet Segura, PR Manager de HONOR Colombia. “Funcionalidades como Magic Portal, por ejemplo, buscan simplificar tareas cotidianas con un solo gesto, eliminando la necesidad de saltar entre múltiples apps. Es un modo de reducir la fricción digital que muchas veces genera más estrés que soluciones”.

La apuesta de HONOR también se refleja en la integración de inteligencia artificial de manera más natural. Lejos de bombardear al usuario con opciones, sus dispositivos incorporan Google Gemini y otros asistentes de forma fluida y contextual, priorizando la asistencia efectiva antes que la sobreinformación.

A esto se suman herramientas de expresión creativa como el Borrador Mágico o la Pintura con IA, que buscan reconectar al usuario con su lado lúdico, sin convertir cada momento frente a la pantalla en una rutina automática de scroll infinito.

Colombianos admiten que dependen mucho
Colombianos admiten que dependen mucho del celular. - (Imagen Ilustrativa Infobae)

En Colombia, donde el debate sobre salud mental y tecnología apenas comienza a tomar fuerza, este tipo de enfoques se vuelven urgentes. Algunas universidades ya incorporan temas de alfabetización digital emocional, mientras que desde el Estado se proponen políticas públicas que promuevan el uso consciente de los dispositivos móviles. Pero también el sector privado tiene un papel clave.

En lugar de fomentar una lógica basada en “más es mejor”, el nuevo paradigma apunta hacia el “mejor es suficiente”. Dispositivos que no demanden atención constante. Funciones que se integren al ritmo humano, no que lo aceleren. Una experiencia que sugiera, con sutileza, que también está bien apagar el celular por un rato.

HONOR, en este sentido, no se posiciona como la marca que resuelve todos los problemas del mundo digital. Pero sí como una que reconoce la necesidad de cambio, proponiendo un equilibrio entre innovación y bienestar. Y en un país cada vez más conectado, pero también más ansioso, esa puede ser una diferencia crucial.