Cómo refrescar el cuarto en verano con un sencillo truco ‘alemán’: solo necesitas una botella y agua

Este método no solo permite mantener la habitación más fresca de manera pasiva, sino que también evita el ruido constante que generan algunos aparatos eléctricos

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La técnica consiste en congelar
La técnica consiste en congelar una botella de agua de plástico. (Composición Infobae: lacapital.com.ar)

Con la llegada del verano, las altas temperaturas se convierten en protagonistas del día a día. En muchas regiones del este de Estados Unidos, las primeras olas de calor ya comienzan a marcar récords estacionales, afectando tanto las actividades diurnas como el descanso nocturno. En este contexto, dormir se vuelve difícil y el confort en casa se convierte en una necesidad urgente, especialmente durante las conocidas “noches tropicales”.

Ante este panorama, quienes no disponen de aire acondicionado o prefieren evitar su uso constante por motivos económicos o de salud, exploran métodos alternativos para refrescar el ambiente. En redes sociales y foros de internet circula un truco casero, supuestamente común en hogares alemanes, que promete aliviar el calor nocturno sin depender de aparatos eléctricos. Se trata de una solución simple, accesible y silenciosa: una botella de hielo estratégicamente colocada.

Una solución casera y sin consumo eléctrico

La técnica consiste en congelar una botella de agua de plástico —preferiblemente de gran tamaño para maximizar la duración del efecto— y ubicarla en un punto alto de la habitación. Esto puede ser una estantería, un armario o incluso una repisa sobre una ventana. Debajo de la botella debe colocarse un recipiente que recoja el agua de condensación que se irá formando a medida que el hielo se derrite.

A medida que el hielo
A medida que el hielo dentro de la botella se va descongelando, libera aire frío hacia el entorno inmediato. (en.as.com)

El funcionamiento es sencillo: a medida que el hielo dentro de la botella se va descongelando, libera aire frío hacia el entorno inmediato. Este descenso localizado de la temperatura puede generar una sensación de alivio suficiente para conciliar el sueño en condiciones más agradables, sin necesidad de recurrir al aire acondicionado ni a ventiladores.

Este método no solo permite mantener la habitación más fresca de manera pasiva, sino que también evita el ruido constante que generan algunos aparatos eléctricos, una molestia común para quienes son sensibles al sonido mientras duermen. Además, al no emitir corrientes de aire directo, resulta ideal para quienes padecen resequedad nasal, alergias o molestias musculares provocadas por el aire frío apuntando al cuerpo.

Limitaciones y recomendaciones de uso

Aunque ingeniosa, esta solución tiene sus limitaciones. El efecto de enfriamiento depende directamente del tamaño del hielo y de las dimensiones de la habitación. Funciona mejor en espacios pequeños, donde el aire frío tiene un mayor impacto en el ambiente. En habitaciones grandes, el alcance es reducido, y su efectividad disminuye si la circulación de aire no está bien distribuida.

Tampoco debe considerarse un reemplazo del aire acondicionado. Se trata de un método de enfriamiento puntual y temporal. El alivio que proporciona dura mientras el hielo permanece congelado, lo que puede extenderse por algunas horas, pero no cubre una noche completa si la temperatura exterior es muy elevada. Sin embargo, puede ser útil como complemento: una forma de iniciar la noche con frescura antes de que el calor corporal y ambiental se acumulen.

En muchas regiones del este
En muchas regiones del este de Estados Unidos, las primeras olas de calor ya comienzan a marcar récords estacionales. (AP Foto/J. David Ake, Archivo)

Para quienes deseen optimizar este truco, una opción es congelar varias botellas de forma escalonada, de modo que puedan reemplazarse a medida que se derriten. También se recomienda evitar colocarlas directamente sobre superficies de madera sin protección, ya que la condensación podría causar daños con el tiempo.

Alternativas sostenibles frente al calor

El uso de este método encaja dentro de una tendencia creciente hacia alternativas sostenibles frente al consumo energético. En un contexto de preocupación por el cambio climático y el aumento en los costos de electricidad, soluciones como esta, aunque simples, permiten reducir el uso de aire acondicionado y disminuir la carga en la red eléctrica durante los meses más críticos.

Además, es un recurso que puede adaptarse fácilmente en hogares con recursos limitados, o en regiones donde no se dispone de aire acondicionado. Para personas mayores o con condiciones de salud sensibles al calor, incluso un descenso leve en la temperatura ambiente puede marcar una diferencia significativa en su bienestar.