Director de investigación de OpenaAI cuestionó los fichajes de Meta: “como si alguien hubiera entrado en nuestra casa y nos hubiera robado algo”

Mark Chen y Sam Altman han reflexionado sobre el impacto organizacional de las recientes contrataciones realizadas por Meta, y reafirmaron la importancia de sostener una cultura enfocada en el largo plazo

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OpenAI endurece su postura tras
OpenAI endurece su postura tras la salida de investigadores clave hacia Meta - REUTERS/Dado Ruvic/Illustration/File Photo

Mark Chen, director de investigación de OpenAI, expresó su preocupación ante la salida de varios miembros de su equipo hacia Meta, en medio de una reconfiguración del panorama técnico que ha llevado a ambas compañías a fortalecer sus divisiones de inteligencia artificial avanzada.

En un mensaje enviado a los empleados de OpenAI, Chen calificó las recientes incorporaciones de Meta como un golpe interno, comparando la situación con la sensación de haber sufrido un robo.

“Siento una sensación visceral ahora mismo, como si alguien hubiera entrado en nuestra casa y nos hubiera robado algo”, subrayando el impacto que la pérdida de talento tiene dentro de una organización centrada en proyectos de largo alcance.

Sam Altman defendió la misión
Sam Altman defendió la misión colectiva de OpenAI como la principal ventaja frente a sus competidores, tras la salida de varios investigadores hacia Meta. En un mensaje interno, sostuvo que los proyectos sostenibles dependen menos del capital y más de la cultura - REUTERS/Jonathan Ernst

La visión de Sam Altman

La reflexión de Chen se alinea con los comentarios previos de Sam Altman, director ejecutivo de OpenAI, quien también se dirigió al equipo de forma interna para responder a los recientes movimientos de Meta.

En su mensaje, Altman afirmó que la empresa dirigida por Mark Zuckerberg “ha conseguido a algunas personas muy buenas”, pero aseguró que “no se han llevado a los mejores”. Más allá del gesto de defensa, el comentario revela una visión más amplia que Altman ha defendido desde hace tiempo el valor de construir una cultura con propósito frente al simple poder de negociación económica.

Altman ha insistido en distinguir entre lo que llama “misioneros” y “mercenarios”. Los primeros, según su perspectiva, son quienes trabajan por una causa compartida, más allá del beneficio económico inmediato.

Para él, son estos perfiles los que terminan generando avances significativos en inteligencia artificial. “Los misioneros siempre acaban ganando”, escribió en su mensaje, reivindicando el compromiso interno como la principal ventaja competitiva de OpenAI.

La compañía dirigida por Altman
La compañía dirigida por Altman atribuyó las recientes renuncias a diferencias filosóficas y prepara nuevas estrategias para evitar más fugas en medio de una competencia acelerada por el control del desarrollo avanzado de IA - REUTERS/Dado Ruvic/Illustration/File Photo

Diferencias entre Meta y OpenAI

La tensión no se reduce a una disputa por talento técnico, sino que toca el núcleo cultural y estratégico de ambas compañías. Mientras OpenAI mantiene un modelo basado en soluciones propietarias con acceso restringido mediante suscripciones, Meta ha optado por abrir el código de sus modelos de lenguaje, como Llama, apostando por un ecosistema abierto que permita a desarrolladores externos adaptar y mejorar las herramientas.

Para Altman, esa diferencia no es solo táctica, sino ideológica: una organización centrada en el impacto a largo plazo frente a otra con un enfoque más transaccional.

En paralelo, OpenAI ha iniciado una revisión de sus políticas internas de compensación y reconocimiento. Mark Chen confirmó que la compañía está evaluando “formas creativas” de fortalecer sus mecanismos de retención y recompensa para los perfiles técnicos más relevantes.

También pidió a los empleados que lo contacten directamente en caso de recibir ofertas externas, en especial de Meta, comprometiéndose a brindar apoyo y transparencia. El objetivo declarado es que el equipo pueda tomar decisiones con información completa, sin que la retribución económica sea el único factor determinante.

El conflicto entre OpenAI y
El conflicto entre OpenAI y Meta expone dos visiones opuestas sobre inteligencia artificial - REUTERS/Annegret Hilse/File Photo/File Photo

En un momento en que las capacidades de los modelos fundacionales evolucionan con rapidez y los márgenes de diferencia entre productos se vuelven cada vez más técnicos, el enfoque humano y organizacional cobra mayor relevancia.

Altman sostiene que los resultados duraderos no se alcanzan solo con fichajes o capital, sino con una cultura capaz de sostener la visión a través de ciclos largos de desarrollo. “Hay cosas que mejorar, pero el núcleo es el correcto y eso no lo tiene nadie más”, escribió en su mensaje al equipo.

Cuestionamientos a la nueva inversión de Meta en IA

Como telón de fondo de esta discusión aparece también la reciente inversión de Meta en Scale AI, una startup dedicada a la anotación de datos para entrenamiento de modelos. Aunque la operación ha sido presentada como parte del refuerzo de Llama, una investigación publicada por Inc. ha puesto en cuestión las condiciones laborales en las que se generaron algunos de esos datos.

El reportaje cita documentos internos filtrados que describen el uso intensivo de plataformas de trabajo remoto, jornadas excesivas y dependencia de herramientas automatizadas para realizar tareas de revisión, lo que ha generado dudas sobre la calidad del material utilizado.

Meta no ha comentado públicamente sobre estas acusaciones, pero el contexto agrega presión a un entorno que, cada vez más, exige no solo resultados técnicos, sino responsabilidad en los procesos que los hacen posibles.