No es apagar los electrodomésticos: este es el mejor truco para ahorrar dinero y energía en el hogar

El aumento constante del precio de la electricidad ha convertido el ahorro energético en una prioridad para millones de familias. En este contexto, la Organización de Consumidores y Usuarios de España (OCU) ha destacado un método que, aunque conocido por algunos, sigue siendo una novedad para muchos: el uso de enchufes inteligentes.

Estos dispositivos, que permiten gestionar el consumo eléctrico de manera eficiente, se han posicionado como una de las herramientas más efectivas para reducir la factura mensual sin necesidad de cambiar de tarifa ni de proveedor.

De esta forma, se explica por qué son útiles estos dispositivos, y cómo sacarles provecho cada día sin sacrificar el rendimiento o confort que brindan los electrodomésticos.

La OCU sugiere estos dispositivos por su capacidad para programar el funcionamiento de los electrodomésticos según las franjas horarias de menor coste eléctrico. Esta función resulta útil para quienes cuentan con una tarifa regulada, en las que el precio del kilovatio hora (kWh) varía a lo largo del día.

De este modo, los usuarios pueden aprovechar los horarios valle —que incluyen festivos, fines de semana y días laborables entre las 0:00 y las 8:00 horas— para encender y apagar sus aparatos, maximizando el ahorro.

También, estos dispositivos ofrecen control remoto a través de aplicaciones, lo que facilita la gestión desde cualquier lugar. La monitorización del consumo es otra característica relevante, porque informa en tiempo real sobre la energía usada por cada aparato conectado, permitiendo identificar posibles excesos y ajustar hábitos de uso.

Asimismo, la integración con asistentes virtuales como Alexa, Siri y Google Assistant añade una capa de comodidad, al posibilitar el control por voz y la automatización de rutinas diarias. En términos de seguridad doméstica, pueden encender luces para simular la presencia de personas en casa.

El análisis realizado por la OCU enfatiza que estos aparatos resultan fáciles de configurar, intuitivos y seguros. Su precio oscila entre 10 y 35 dólares, lo que los convierte en una inversión accesible para la mayoría de los hogares.

La amortización es rápida: con la instalación de tres o cuatro enchufes inteligentes, el ahorro puede alcanzar los 25 dólares mensuales en la factura de energía. Esta cifra representa un gran alivio para quienes buscan reducir gastos sin sacrificar comodidad ni funcionalidad.

La versatilidad de los enchufes inteligentes permite su uso en una amplia variedad de electrodomésticos. El calentador de agua eléctrico suele consumir energía para mantener el agua caliente, incluso cuando no se utiliza. Al programar lo únicamente en los momentos requeridos, se evita el gasto innecesario y se optimiza el consumo.

En el caso de calefactores y climatizadores, la posibilidad de activarlos unos minutos antes de entrar en una habitación elimina la necesidad de mantenerlos encendidos durante largos periodos, lo que se traduce en un uso más eficiente de la energía.

El router es otro de los dispositivos que, al permanecer encendido las 24 horas, genera un gasto continuo que muchas veces pasa desapercibido. Con un enchufe inteligente, es posible desconectarlo en los momentos en que la vivienda queda vacía, reduciendo así el consumo fantasma que se acumula mes a mes.

Más allá de los enchufes inteligentes, la OCU sugiere otras estrategias para mejorar la eficiencia energética y disminuir la factura eléctrica. La elección de electrodomésticos eficientes, identificados con la etiqueta energética A+++, reduce el consumo.

Además, la iluminación juega un papel relevante: el uso de bombillas LED y el aprovechamiento de la luz natural reducen la demanda de energía. Desenchufar los dispositivos que no se utilizan evita el consumo en modo espera, una fuente de gasto que suele subestimarse.

Otro factor determinante es el aislamiento térmico de la vivienda. Mejorar el sellado de ventanas y puertas ayuda a mantener la temperatura interior, lo que reduce la necesidad de recurrir a sistemas de calefacción o aire acondicionado.

Estas medidas, combinadas con el uso racional de los electrodomésticos y la implementación de enchufes inteligentes, puede generar un impacto notable en el presupuesto familiar.