Conoce el regalo inesperado que recibieron los asistentes al funeral de Steve Jobs, el creador de Apple

Los asistentes al funeral privado de Steve Jobs, celebrado poco después de su muerte el 5 de octubre de 2011, recibieron un obsequio que reflejaba la filosofía de vida del cofundador de Apple. Cada invitado descubrió en su asiento un ejemplar cuidadosamente envuelto del libro ‘Autobiografía de un Yogui’, de Paramahansa Yogananda.

La elección del libro sorprendió a muchos y reveló una faceta menos conocida del influyente empresario: la profunda conexión entre su filosofía personal y la espiritualidad oriental.

Este gesto fue relatado públicamente por Marc Benioff, fundador y CEO de Salesforce, quien recordó en una charla de TechCrunch en 2013 cómo el regalo impactó a los presentes.

Para Benioff y otros asistentes, la selección de este libro por parte de Jobs resumió el mensaje esencial que el cofundador de Apple buscó transmitir a quienes acompañaron su vida: la importancia de la búsqueda interior y la autorrealización, por encima de cualquier éxito material.

En uno de los momentos más íntimos y reservados del mundo tecnológico, las figuras más importantes de Silicon Valley y celebridades del ámbito cultural se reunieron en el funeral privado de Steve Jobs.

El libro que dejó Steve Jobs como legado a los asistentes fue escrito en 1946 por Yogananda, explora la vida y enseñanzas espirituales de uno de los gurús hindúes más influyentes de la historia.

La sorpresa de los asistentes no radicó solo en el contenido del regalo, sino en el profundo contraste que establecía con la imagen pública de Jobs como pionero de la innovación digital.

El mensaje implícito era poderoso: Jobs consideró que la mejor manera de impactar a quienes más cerca estuvo en vida era invitarlos a reflexionar sobre la espiritualidad, la autorrealización y la trascendencia más allá de lo material.

Según Walter Isaacson, autor de la biografía oficial de Steve Jobs, la relación del empresario con ‘Autobiografía de un Yogui’ fue constante y significativa.

Isaacson relató que, antes de un viaje a Hawái, encontró en el iPad de Jobs únicamente este libro y tres películas (‘Chinatown’, ‘The Bourne Ultimatum’ y ‘Toy Story’), lo que reflejaba la centralidad de esta obra en su vida cotidiana. No era solo una lectura ocasional, sino una brújula espiritual que lo acompañó hasta el final.

Jobs leyó el libro por primera vez en su juventud y, desde entonces, consultó reiteradamente sus páginas. Para Jobs, la obra de Yogananda sintetizaba una cosmovisión donde la búsqueda de sentido y la conexión espiritual tenían prioridad sobre el éxito externo.

Aunque para el público general Steve Jobs representaba la revolución tecnológica, su vida personal estuvo marcada por una búsqueda espiritual profunda. Tras abandonar la universidad, viajó a India en varias ocasiones, donde convivió con comunidades hindúes y budistas.

Estas experiencias moldearon su visión de la existencia y sembraron conceptos como la simplicidad, la compasión y la meditación en su vida y su manera de dirigir, que fueron fundamentales al momento de liderar y desarrollar productos tecnológicos como el iPhone, el iPod o el iPad.

Jobs mantuvo hasta sus últimos días prácticas propias de la espiritualidad oriental. Esta influencia no solo estuvo presente en su forma de concebir productos y servicios, sino en su manera de enfrentar la adversidad y de liderar grupos de trabajo.

El legado del gurú Yogananda, conocido por difundir la meditación y la autoindagación en Occidente, resultó clave en la construcción de su filosofía personal. La obra invita a pensar en la autoexploración, la resiliencia y el sentido de comunidad, ejes centrales para el empresario.