Cuál es la temperatura ideal del aire acondicionado para dormir mejor en invierno

Con la llegada de las bajas temperaturas, muchas personas recurren al aire acondicionado para calefaccionar el hogar al finalizar el día. No obstante, para que el descanso nocturno sea reparador y saludable, resulta fundamental saber a qué temperatura conviene ajustar el climatizador.

No solo se trata de garantizar confort, sino de evitar problemas que puedan afectar la salud o el consumo energético. Expertos coinciden en que la regulación adecuada del aire acondicionado marca una gran diferencia en la calidad del sueño durante el invierno.

Por esta razón, se presenta una guía con pautas para programar el aire acondicionado en los días frías, así como evitar problemas relacionados con una configuración errónea.

Especialistas como Repsol indican que, durante el invierno, la temperatura recomendada para el aire acondicionado al usarlo durante la noche se sitúa entre 15°C y 17°C. Elegir esta franja evita que el ambiente resulte excesivamente cálido o frío y ayuda a mantener una temperatura corporal adecuada mientras se duerme.

Ajustar el climatizador fuera de ese rango puede dificultar el sueño o provocar molestias físicas. Por debajo de 15°C, el cuerpo podría sufrir frío, lo que interrumpe los ciclos de descanso; por encima de 17°C, el aire se reseca y aumenta el riesgo de irritaciones respiratorias o sequedad en la piel.

No solo hay que calibrar correctamente el termostato del aire acondicionado. Los expertos subrayan que resulta fundamental evitar que el flujo de aire llegue directamente al área de descanso.

El aire sobre la cama o el cuerpo puede generar un choque térmico, irritar la garganta, propiciar resfriados o incluso causar molestias musculares.

Para reducir riesgos, se debe orientar las aletas del aire acondicionado hacia el techo o hacia una pared opuesta, para que el aire circule de manera homogénea. Así, la habitación se climatiza sin que la persona reciba el viento de manera directa, lo que contribuye a un ambiente propicio para el descanso nocturno.

Dejar el aire acondicionado encendido durante toda la noche es una opción posible, pero requiere ciertas precauciones. Los especialistas explican que lo más sostenible es aprovechar la función temporizador, presente en la mayoría de los dispositivos modernos.

Programar el aparato para que se apague después de un tiempo prudencial garantiza ahorro de energía y evita la sobreexposición a un aire seco.

Otra alternativa implica usar la función de modo nocturno, que permite mantener una temperatura constante y ajustada a una velocidad de ventilación reducida, disminuyendo el ruido y evitando cambios bruscos.

El modo nocturno se diseñó para adaptarse a las necesidades del sueño humano. Cuando se activa, el aire acondicionado regula automáticamente la temperatura y la velocidad del ventilador, disminuyendo gradualmente la actividad del aparato conforme avanza la noche.

Casi todos los modelos actuales incluyen esta función, que no solo ofrece confort, sino que ayuda a reducir el consumo eléctrico durante las horas de descanso.

Asimismo, este modo mantiene la temperatura ideal sin ruidos molestos y evita cambios bruscos que podrían afectar el sueño, en especial en noches donde la temperatura exterior puede variar.

Usar el aire acondicionado de forma inadecuada puede tener efectos adversos. Entre los riesgos más comunes se encuentran la sequedad en las vías respiratorias, irritación ocular, dolores musculares y resfriados recurrentes.

Una configuración a temperaturas elevadas incrementa el consumo energético y disminuye el confort, mientras que la falta de mantenimiento del aparato puede favorecer la proliferación de alérgenos en el ambiente.