Dónde llevar el cargador del celular en el avión sin problemas con la aerolínea

Al momento de empacar para un viaje en avión, es común preguntarse qué objetos pueden llevarse en la cabina, cuáles deben ir en la bodega y cuáles están completamente prohibidos a bordo.

Uno de los elementos más consultados es el cargador del celular. Este puede transportarse tanto en el equipaje de mano como en el facturado.

Sin embargo, se recomienda llevarlo en la cabina, ya que puede ser necesario cargar el dispositivo durante el vuelo.

En cuanto a objetos con restricciones más específicas, como cigarrillos electrónicos, baterías de litio sueltas y cargadores portátiles externos (power banks), estos deben ir exclusivamente en el equipaje de mano, ya que está prohibido transportarlos en la bodega del avión por razones de seguridad.

Además, es importante recordar que fumar está prohibido a bordo, incluyendo el uso de cigarrillos electrónicos en cualquier parte del avión. En todo caso, es clave consultar a la aerolínea competente.

Las baterías portátiles, también conocidas como power banks, están prohibidas en el equipaje de bodega por razones de seguridad relacionadas con el riesgo de incendio.

Estos dispositivos contienen baterías de ion de litio, un tipo de tecnología sensible a condiciones como el calor, la presión o los golpes. En determinadas circunstancias, pueden sobrecalentarse, sufrir cortocircuitos o entrar en una reacción térmica que desencadene fuego o explosiones.

El principal problema de llevarlas en la bodega del avión es que, al tratarse de un compartimento sin acceso durante el vuelo, cualquier incidente relacionado con una batería defectuosa o dañada sería difícil de detectar y controlar a tiempo.

En contraste, si el dispositivo está en la cabina, el personal de vuelo puede actuar rápidamente en caso de emergencia, utilizando los protocolos y equipos necesarios para contener la situación.

No se pueden activar los datos móviles en el avión debido a interferencias potenciales con los sistemas de navegación y comunicación de la aeronave.

Las señales emitidas por los dispositivos móviles pueden afectar la operación de ciertos instrumentos, especialmente durante el despegue y el aterrizaje, cuando se requiere mayor precisión y control.

Además, los aviones vuelan a altitudes donde las torres de señal terrestre no alcanzan, lo que provoca que los teléfonos móviles busquen constantemente conexión, generando un uso intensivo de energía y señales que pueden congestionar redes en tierra.

Por esta razón, las aerolíneas solicitan mantener los dispositivos en modo avión, una función que desactiva las conexiones móviles, WiFi y Bluetooth.

Algunas aeronaves ofrecen servicio WiFi a bordo, el cual opera mediante redes satelitales seguras y no interfiere con los sistemas del avión.

Aunque este tipo de conexión permite navegar por internet o enviar mensajes, no se trata de una red móvil tradicional ni permite el uso de datos como los de un plan celular.

Durante el despegue y el aterrizaje, los pasajeros deben guardar sus portátiles por razones de seguridad.

Estas dos fases del vuelo son consideradas las más críticas, y cualquier objeto suelto, como una laptop, puede convertirse en un riesgo si ocurre una maniobra brusca, turbulencia o una frenada de emergencia.

Un portátil sin asegurar podría desplazarse y causar lesiones a otros pasajeros o bloquear pasillos.

Además, tener el dispositivo guardado ayuda a mantener despejadas las salidas de emergencia y los espacios bajo los asientos, lo que facilita una evacuación rápida en caso necesario.

Asimismo, evita distracciones, ya que es importante que los pasajeros estén atentos a las instrucciones de la tripulación durante estos momentos.