El vehículo que desafía la lógica: Honda Civic ‘ultrabajo’ que parece surgir de la ciencia ficción

El vehículo, modificado por un taller taiwanés, circula a milímetros del suelo. Sin volante ni pedales visibles, opera mediante sensores y pantallas desde una cabina sellada

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Ingeniería al ras del piso: cómo funciona el Civic más bajo del mundo - crédito @lgv_______/Instagram

En un pabellón industrial en Taiwán, una figura amarilla y brillante parece emerger del suelo como si se tratara de una ilusión óptica. No es una instalación artística ni una maqueta de cine futurista, es un automóvil real funcional, y tan radicalmente modificado que cuesta creer que pueda moverse.

De qué se trata el coche más bajo del mundo

Este es el “Banana Peel”, un Honda Civic EG que ha sido transformado en lo que muchos ya llaman el coche más bajo del mundo.

El proyecto fue desarrollado por el equipo Stance Garage Taiwan (SGT), y su responsable principal, Lan Dong, lo pensó como una creación para exhibiciones automotrices. A simple vista, da la impresión de que el auto está parcialmente sumergido en el suelo, con apenas el techo, los vidrios y parte del capó visibles.

Banana Peel: el experimento automotriz
Banana Peel: el experimento automotriz que redefine la altura mínima - crédito @walkalone_works/Instagram @ lgv_______/Instagram

La parte inferior, incluidos los neumáticos, ha desaparecido del campo visual. Esta ilusión, sin embargo, no se logra por efectos especiales, sino por una compleja modificación estructural y de conducción que empuja los límites del diseño y la mecánica automotriz.

Cómo se conduce el extraño vehículo de Taiwán

El funcionamiento del Banana Peel obliga a replantear lo que se entiende por “cabina” y “posición de manejo”. El conductor no se sienta en el interior como en un vehículo convencional. En su lugar, se recuesta completamente en una posición horizontal, dentro de una estructura ajustada y sellada, operando los controles mediante pantallas y cámaras que transmiten la visión externa.

No hay volante visible ni pedales tradicionales, el vehículo depende de una interfaz personalizada que simula una cabina de mando, con retroalimentación visual y controles por sensores digitales.

El vehículo creado por Stance
El vehículo creado por Stance Garage Taiwan se mueve con una estructura recortada al límite y un sistema de control sin elementos tradicionales. Su diseño busca llevar la personalización automotriz más allá de lo funcional - crédito @walkalone_works/Instagram

El sistema de dirección fue completamente rediseñado. Los componentes originales fueron retirados o redistribuidos para permitir que el cuerpo del coche se aplane hasta casi tocar el suelo. Todo el chasis fue recortado y reconfigurado. A nivel visual, parece que el coche se ha fundido con el pavimento, pero en realidad circula gracias a una ingeniería artesanal de extrema precisión.

Un vehículo diseñado para exposiciones

El proyecto fue concebido específicamente para fines expositivos, no para uso en la vía pública. No cumple con las normativas de tránsito ni podría sortear obstáculos urbanos como rampas o badenes. Su objetivo es artístico y técnico, explorar hasta qué punto puede llevarse la personalización extrema sin renunciar al movimiento.

En las redes sociales, las imágenes del Banana Peel han causado fascinación. Los videos lo muestran deslizándose suavemente por un piso pulido, como si estuviera flotando.

Las ventanas completamente polarizadas y el diseño sin espacio entre el cuerpo y el suelo aumentan la sensación de que se trata de una figura digital proyectada sobre una superficie física. Incluso en persona, quienes lo han visto coinciden en que parece una maqueta de ciencia ficción más que un automóvil funcional.

Desarrollado para exhibiciones, el Banana
Desarrollado para exhibiciones, el Banana Peel reemplaza la conducción convencional por una interfaz de sensores digitales y una posición horizontal. Su silueta apenas visible genera una ilusión óptica que desafía lo tangible - (Imagen Ilustrativa Infobae)

Este tipo de modificaciones no son nuevas en el mundo del tuning extremo, pero el nivel de ejecución y la coherencia estética de este proyecto lo colocan en una categoría aparte.

Lo que distingue al Banana Peel no es solo su altura inexistente, sino el hecho de que cada aspecto de su diseño (desde la aerodinámica visual hasta la ergonomía del conductor) fue pensado para desafiar las expectativas.

En qué consiste el tuning

El tuning es la práctica de modificar vehículos, principalmente automóviles, con el objetivo de personalizar su aspecto, rendimiento o ambas cosas.

Estas modificaciones pueden abarcar desde ajustes mecánicos, tales como mejoras en el motor, suspensión o sistema de escape; y hasta transformaciones estéticas que incluyen cambios en la carrocería, pintura, iluminación, interiores o sistemas de sonido.

Originado como una subcultura automotriz, el tuning se ha diversificado en estilos que responden a distintas influencias, como el stance (centrado en la postura del vehículo), el drift, el JDM (modificaciones inspiradas en el mercado japonés) o el eurostyle.

Cada vertiente refleja preferencias técnicas, culturales o visuales, y suele contar con comunidades dedicadas que comparten proyectos y participan en exhibiciones o competiciones.