Guardar el teléfono móvil en el bolsillo del pantalón podría generar graves consecuencias

Diversos estudios han comenzado a analizar el impacto que la exposición prolongada a radiación no ionizante puede tener en zonas sensibles del cuerpo humano

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Radiación, calor y fertilidad: los
Radiación, calor y fertilidad: los riesgos ocultos del teléfono en el pantalón - (Imagen Ilustrativa Infobae)

El teléfono móvil se ha convertido en una extensión del cuerpo humano. A toda hora y en todo lugar, millones de personas lo llevan consigo, muchas veces en el bolsillo delantero del pantalón.

Aunque esta costumbre responde a comodidad, rapidez de acceso y portabilidad, diversos estudios científicos han comenzado a alertar sobre los posibles efectos negativos que esta práctica podría tener para la salud.

Cuál es el riesgo que emiten los teléfonos

Los teléfonos celulares operan mediante la emisión de ondas de radiofrecuencia, una forma de radiación electromagnética clasificada por la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC) dependiente de la Organización Mundial de la Salud, como “posiblemente carcinogénicapara los seres humanos.

Investigaciones recientes advierten sobre posibles
Investigaciones recientes advierten sobre posibles efectos biológicos asociados al hábito de guardar el móvil cerca del área pélvica durante largos períodos - (Imagen Ilustrativa Infobae)

Esto significa que no se ha demostrado un vínculo directo con el cáncer, pero existen indicios que justifican estudios adicionales.

A diferencia de la radiación ionizante (como los rayos X), las ondas emitidas por los móviles no tienen la capacidad de alterar directamente el ADN. Sin embargo, al estar en contacto prolongado con el cuerpo humano, se ha planteado la posibilidad de efectos biológicos acumulativos, particularmente en zonas sensibles como el área pélvica.

Peligros para los hombres por guardar el celular en en el pantalón

Uno de los focos de preocupación más estudiados es el impacto que esta exposición podría tener en la fertilidad masculina. De acuerdo con un estudio publicado en ‘Fertility and Sterility’, las ondas electromagnéticas y el calor generado por los dispositivos móviles pueden reducir la movilidad y viabilidad de los espermatozoides.

El celular como amenaza silenciosa:
El celular como amenaza silenciosa: dudas sobre su contacto constante con el cuerpo - (Imagen Ilustrativa Infobae)

Según la Sociedad Estadounidense de Medicina Reproductiva, investigaciones sobre más de 2.800 hombres han sugerido que el almacenamiento habitual del teléfono en el bolsillo podría estar vinculado con una menor calidad espermática.

El portal Vita Medicina Reproductiva, especializado en salud masculina, advierte que “la exposición a la radiación de origen electromagnético que emiten los móviles es absorbida por el cuerpo humano, dañando el ADN de los espermatozoides”.

Aunque estas afirmaciones están respaldadas por estudios observacionales, los científicos reconocen que aún no se ha demostrado una relación causal directa.

Qué dicen las instituciones oficiales

La exposición prolongada al calor
La exposición prolongada al calor y a las emisiones electromagnéticas del teléfono móvil plantea interrogantes sobre sus efectos a largo plazo en la salud reproductiva - (Imagen Ilustrativa Infobae)

Tanto la American Cancer Society como los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) sostienen que no existe evidencia concluyente de que los teléfonos móviles representen un riesgo comprobado de cáncer u otros efectos graves.

Sin embargo, reconocen que algunos estudios han detectado cambios fisiológicos asociados a la exposición prolongada y recomiendan seguir investigando.

En ausencia de consensos definitivos, muchas recomendaciones se enfocan en aplicar medidas de precaución. Algunos expertos sugieren mantener el teléfono en modo avión cuando no se use, evitar llevarlo cerca del cuerpo y apagarlo durante las horas de descanso.

Otras medidas incluyen usar dispositivos manos libres para mantener el equipo alejado de la cabeza y del torso, o guardarlo en bolsos o mochilas.

Aunque las advertencias pueden parecer exageradas, la repetición diaria de ciertos comportamientos, como guardar el teléfono en el bolsillo del pantalón durante horas, expone al cuerpo a un nivel constante de radiación de baja intensidad.

Esto se agrava en contextos de uso intensivo del dispositivo, como navegar por internet, recibir múltiples notificaciones o transmitir datos, actividades que aumentan el nivel de emisión.

También es importante considerar el factor térmico. Cuando un teléfono está en funcionamiento continuo, genera calor, el cual, al permanecer en contacto con tejidos corporales, puede alterar el microambiente celular.

En el caso de la zona genital, esta alteración podría afectar la producción espermática si se prolonga en el tiempo.

Mientras la ciencia sigue explorando los posibles efectos a largo plazo de la exposición a la radiación no ionizante, la mejor estrategia parece ser la prudencia.

Adoptar pequeños cambios en el manejo cotidiano del teléfono, como alejarlo del cuerpo o limitar su uso innecesario, puede representar una forma razonable de reducir el riesgo ante una evidencia todavía incompleta.