Elon Musk alertó que la inteligencia artificial podría desatar una crisis energética global por esta razón

El fundador de xAI aseguró que la demanda eléctrica de los centros de datos está creciendo más rápido que la capacidad de las redes

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El auge de la inteligencia
El auge de la inteligencia artificial amenaza con sobrecargar las redes eléctricas de acuerdo con Elon Musk - REUTERS/Brian Snyder

Durante una reciente entrevista, Elon Musk lanzó una advertencia que resuena más allá del mundo de la tecnología. El magnate sudafricano, CEO de Tesla y fundador de xAI, aseguró que el crecimiento desmedido de la inteligencia artificial podría desencadenar una crisis energética sin precedentes.

A modo de ejemplo, explicó que su nueva gigafábrica de datos en Memphis, Tennessee, requerirá una cantidad de energía equivalente a la de una central nuclear solo para operar los servidores que entrenan modelos de IA.

“Estamos hablando de un gigavatio, lo mismo que una planta nuclear media en Estados Unidos”, afirmó Musk. Su preocupación va más allá de un único proyecto. Según indicó, el ritmo de expansión de los centros de datos está superando la capacidad de respuesta de la red eléctrica y advirtió que para 2026 podrían empezar a producirse interrupciones significativas en el suministro.

Gigavatios, transformadores y chips se
Gigavatios, transformadores y chips se han convertido en cuellos de botella críticos para sostener el crecimiento de los modelos de IA. Tanto SpaceX como Google y Microsoft advierten sobre una infraestructura al límite de su capacidad operativa - (Imagen Ilustrativa Infobae)

Tres cuellos de botella: chips, transformadores y energía

La raíz del problema, según Musk, está en una cadena de cuellos de botella que comienza con los chips, continúa con los transformadores necesarios para adaptar la electricidad y termina con la capacidad de generación energética.

“A medida que resolvamos la falta de transformadores, el siguiente gran problema será la generación eléctrica”, sentenció el magnate. Su pronóstico es: “La gente empezará a tener dificultades con el suministro de energía, quizá a mediados del año que viene o a finales”.

La inteligencia artificial, lejos de ser una solución inmediata, está aumentando drásticamente la demanda energética. Musk comparó su crecimiento con una fiebre del oro moderna:

“La capacidad de computación de la IA se multiplica por diez cada seis meses. Nunca he visto nada igual. Si esto sigue así, pronto necesitaremos más energía que la que puede generar el planeta”.

Una IA eficiente sin control
Una IA eficiente sin control podría colapsar las infraestructuras, según líderes del sector - (Imagen Ilustrativa Infobae)

Un consumo invisible que multiplica emisiones

Las cifras respaldan sus afirmaciones. Según la Agencia Internacional de la Energía, una consulta promedio en ChatGPT consume entre 10 y 100 veces más electricidad que una búsqueda en Google.

Para dimensionarlo: generar 1.000 imágenes con IA requiere cerca de 2,9 kWh, el equivalente a cargar un teléfono móvil 132 veces. Además, modelos avanzados como Stable Diffusion XL emiten hasta 1.594 gramos de CO₂ por cada 1.000 imágenes generadas.

Google ya reconoció el alcance del problema. Caroline Golin, directora global de energía de la compañía, explicó que el sistema eléctrico de Estados Unidos está al límite. En ese contexto, la empresa comenzó a explorar soluciones como la energía nuclear ante la inestabilidad de las fuentes renovables.

Mustafa Suleyman: la eficiencia sin control como nuevo riesgo

Mustafa Suleyman plantea que la
Mustafa Suleyman plantea que la inteligencia artificial no necesita conciencia para alterar estructuras sociales, económicas y políticas - REUTERS/Toby Melville/File Photo

A esta alerta se suma otra perspectiva inquietante. Mustafa Suleyman, CEO de Microsoft AI y cofundador de DeepMind, advirtió que el verdadero peligro no está en una IA malintencionada, sino en una que funcione tan bien que resulte incontrolable. “Una máquina no necesita malicia para volverse peligrosa”, explicó. “Basta con que funcione tan bien que nadie pueda detenerla”.

Suleyman describe cuatro frentes de colapso posibles: ciberataques masivos, pandemias artificiales, IA autónoma y fragmentación geopolítica impulsada por la tecnología. El más inmediato, según él, es la vulnerabilidad de las infraestructuras críticas.

De acuerdo con sus estimaciones, el 80% de estas estructuras están basadas en sistemas obsoletos. “Un apagón no es solo un corte de luz: es el colapso de la sociedad conectada”, afirmó.

La combinación entre alta demanda energética, infraestructuras débiles y dependencia creciente de la IA plantea un escenario de riesgo que ya no es futurista. Los recientes apagones en Europa y otros puntos del planeta, aunque no hayan sido causados por ataques, ilustran la fragilidad de los sistemas actuales.

Tanto Musk como Suleyman coinciden en que el mundo se encamina hacia una dependencia tecnológica extrema. En ese contexto, el suministro eléctrico se convierte en un factor crítico de estabilidad. El debate ya no gira en torno a si habrá problemas, sino a cuándo comenzarán y si estaremos preparados para enfrentarlos.