Este es el error que todos cometen al estacionar un vehículo automático y que daña la transmisión

Un error comúnmente cometido al estacionar puede pasar desapercibido para muchos conductores y causar daños graves en la transmisión de un vehículo automático, que para su recuperación se suelen gastar cientos de dólares.

Muchos conductores confían exclusivamente en la posición de estacionamiento “P” para asegurar su vehículo. Al evitar el uso del freno de mano, se permite que toda la carga del vehículo recaiga sobre el sistema de transmisión, un error que termina acelerando el desgaste del mecanismo de bloqueo.

Según el Real Automóvil Club de España (RACE), la confianza excesiva en la posición “P” pone a prueba la resistencia de los componentes internos, e incrementa el riesgo de que el vehículo se desplace inesperadamente si está estacionado en una pendiente.

El uso del freno de mano proporciona una seguridad adicional, impidiendo que el peso del coche recaiga completamente sobre la transmisión. La función de la posición de estacionamiento “P” es bloquear la transmisión y evitar que el vehículo se mueva, pero no fue diseñada para soportar cargas prolongadas o intensas.

Al aplicar el freno de mano, el conductor distribuye correctamente el peso del coche, liberando a la transmisión de soportar esa presión adicional, que es lo que causa que se produzcan los daños a corto tiempo.

Este simple gesto puede evitar daños prematuros en los engranajes del sistema, que cuando se fuerzan más allá de su capacidad, sufren un desgaste que eventualmente podría llevar a reparaciones costosas.

Un error frecuente es cambiar a “P” antes de detener completamente el coche. Este mal hábito puede causar un golpe brusco en los mecanismos internos de la transmisión.

Al seleccionar “P” antes de que el vehículo se detenga por completo, el mecanismo de bloqueo intenta inmovilizar los engranajes en movimiento, lo cual puede causar daños internos graves.

El efecto de este impacto puede no ser inmediatamente evidente, pero contribuirá a un desgaste acumulativo que deteriorará progresivamente la transmisión. Por ello, el proceso correcto implica detener completamente el coche con el freno de servicio, antes de cambiar a “P”, para así proteger los delicados componentes del sistema.

Estacionar adecuadamente un vehículo automático requiere seguir una serie de pasos rutinarios que aseguren tanto su estabilidad como la protección del sistema de transmisión.

Primero, es esencial detener el vehículo completamente con el freno de servicio. Luego, cambiar a la posición “P” para bloquear la transmisión en su lugar seguro. Finalmente, aplicar el freno de mano garantiza que el vehículo no dependa exclusivamente de la transmisión para mantenerse inmóvil.

Apagar el motor después de estos pasos resguarda el mecanismo interno de cualquier movimiento o presión adicionales. Este hábito ayuda en el mantenimiento a largo plazo del vehículo al minimizar el estrés en el sistema de transmisión.

Expertos sugieren revisar regularmente el nivel y la calidad del aceite de la transmisión, porque un fluido deficiente causr un efecto adverso en los engranajes y otros componentes internos.

Asimismo, realizar mantenimientos periódicos como enjuagues o cambios del fluido de transmisión puede mejorar el rendimiento y prolongar la vida útil del sistema.

Además, tomar conciencia de estos errores comunes y prestar atención a los procedimientos adecuados, no solo es una medida preventiva contra averías costosas, sino una manera de garantizar un funcionamiento óptimo y seguro de los vehículos automáticos en cortos y largos trayectos en carrera.

Por esta razón, el cuidado y atención a las malas acciones liberará a los conductres de preocupaciones innecesarias y maximizará la inversión realizada en sus medio de transporte.