Descubre la prenda olvidada que no deberías poner en la lavadora, tiene muchos microbios

Durante el inverno se suele olvidar ropa que agrupa bacterias que pueden ocasionar enfermedades en casa

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Guantes de invierno, focos de
Guantes de invierno, focos de gérmenes por contacto constante con superficies contaminadas. (Imagen Ilustrativa Infobae)

Durante el invierno, muchas personas se abrigan sin pensar en lo que acumulan en sus prendas exteriores. La rutina diaria, el transporte público, el contacto con superficies sucias y los cambios de temperatura convierten ciertas prendas en auténticos depósitos de bacterias y virus. Pese a ello, una de ellas rara vez visita la lavadora.

Expertos en microbiología alertan sobre los peligros que representa este descuido y explican por qué este tipo de ropa requiere cuidados especiales.

Qué prendas son un foco de microbios

El microbiólogo Charles Gerba, de la Universidad de Arizona, asegura que “la exposición a gérmenes es alta en espacios públicos cerrados como el metro y el tren eléctrico”. En esos entornos, donde millones de personas se trasladan diariamente, las prendas exteriores como abrigos, chaquetas y guantes recogen una cantidad considerable de patógenos.

Estas piezas de ropa, que difícilmente se lavan con regularidad, se convierten en un medio de transporte perfecto para microbios que pueden sobrevivir durante días en las fibras textiles.

Abrigos y guantes, principales acumuladores
Abrigos y guantes, principales acumuladores de microbios en transporte público durante el invierno. (Imagen Ilustrativa Infobae)

Un estudio citado por The New York Post detectó más de 15.000 tipos de microbios en el sistema de transporte de Nueva York (MTA). Gerba sostiene que “el calor es lo que realmente mata los microbios”, y por eso recomienda que se lave este tipo de prendas con agua caliente o, si no es posible, que se sometan a ciclos de secado a alta temperatura durante 45 minutos.

Entre las prendas más ignoradas en la rutina de higiene destacan los guantes de invierno. Estos accesorios, usados para protegerse del frío, acumulan fácilmente bacterias del transporte público, superficies urbanas y objetos manipulados en la calle.

“Los calentadores de manos son focos de gérmenes”, explica Gerba, especialmente si se usan durante todo el trayecto al trabajo. El contacto constante con superficies contaminadas y la costumbre de tocarse la cara, una acción que se repite hasta 16 veces por hora, según el mismo experto, contribuyen a la propagación de enfermedades respiratorias y dermatológicas.

Calor seco en secadora, clave
Calor seco en secadora, clave para eliminar bacterias sin dañar prendas delicadas. (Imagen Ilustrativa Infobae)

Por qué es un error meterla en la lavadora

Si bien lavar frecuentemente la ropa parece una solución evidente, no todas las prendas soportan el tratamiento de una lavadora convencional. El error de introducir ciertos tejidos, especialmente los sintéticos o delicados como los que componen guantes térmicos o prendas con aislamiento, puede dañar su estructura, deformarlas o reducir su capacidad térmica.

Gerba propone una alternativa clara: “Si le preocupa que se encojan, omita el lavado por completo y póngalos en la secadora durante 45 minutos”. El calor seco logra matar la mayoría de los microbios sin dañar la prenda.

Para mantener un mínimo de higiene entre lavados, también recomienda el uso de toallitas desinfectantes a mitad de semana, como las que se distribuyen en los gimnasios, capaces de eliminar bacterias sin necesidad de agua ni jabón.

En el caso de los abrigos, la situación es similar. “Probablemente, se vuelven bastante asquerosos, porque la gente no suele lavarlos mucho”, afirma Gerba. En su experiencia, las prendas más usadas y menos lavadas son “imanes de gérmenes”. Por eso, recomienda llevarlas a la tintorería varias veces por temporada y asegurarse de que estén limpias antes de guardarlas al finalizar el invierno.

Lavar prendas exteriores al menos
Lavar prendas exteriores al menos una vez por semana, recomienda experto en microbiología. (Imagen Ilustrativa Infobae)

Con qué frecuencia deberían limpiarse estas prendas

De acuerdo con Gerba, la ropa que usamos para salir a la calle debe lavarse, como mínimo, una vez por semana. Aunque muchas personas asocian el verano con mayor necesidad de limpieza por el sudor, el experto señala que el invierno, por el uso intensivo de transporte público y espacios cerrados, implica también una alta exposición a microbios.

El problema es que ciertas prendas se olvidan en el fondo del armario o se cuelgan en percheros sin considerar su estado de limpieza.

En contraste, Graham Snyder, director médico de prevención de infecciones del Centro Médico de la Universidad de Pittsburgh, ofrece un enfoque más moderado. En declaraciones recogidas por Jenny, sostiene que “la posibilidad de que alguien se enferme porque no se cambia de ropa inmediatamente cuando llega a casa parece pequeña”.

No obstante, coincide en que es recomendable separar la ropa limpia de la usada tan pronto como se regresa al hogar.

Cómo limpiar abrigos contaminados con
Cómo limpiar abrigos contaminados con olor y moho: vinagre blanco y agua caliente, las claves. (Imagen Ilustrativa Infobae)

Cómo actuar si la prenda ya está contaminada

En caso de haber olvidado una prenda húmeda o sucia, es crucial saber cómo proceder para evitar que se convierta en un problema mayor. Las prendas mojadas dentro de la lavadora pueden comenzar a desarrollar moho y bacterias pasadas las 8 horas, especialmente en verano.

Después de 12 horas, el riesgo de formación de manchas, malos olores y daño a las fibras se vuelve severo.

Para revertir este daño, se recomienda un nuevo lavado con agua caliente, añadiendo una taza de vinagre blanco o bicarbonato de sodio, y utilizando el ciclo de enjuague adicional. El uso de productos como bórax o jugo de limón mezclado con detergente también ayuda a eliminar los olores impregnados y a desinfectar los tejidos comprometidos.