Cómo funciona el método argentino que reemplaza gas y electricidad para calefaccionar

El sistema funciona con un combustible líquido, renovable y de fácil acceso. Al no emitir gases tóxicos durante su uso, es apto para ambientes cerrados

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Las estufas están diseñadas para
Las estufas están diseñadas para operar en espacios sin infraestructura energética. (Imagen Ilustrativa Infobae)

Con la llegada del invierno, el aumento en la demanda energética para calefacción se convierte en una constante en muchos hogares. En este contexto, un desarrollo argentino propone una solución alternativa al uso de gas natural y electricidad: una estufa que funciona con alcohol etílico.

El sistema fue creado por Di Tomaso Design, un emprendimiento familiar liderado por Gabriel y Matías Di Tomaso, padre e hijo, que desarrollaron este modelo como una opción accesible y funcional frente a las limitaciones energéticas y los costos de mantenimiento de las estufas convencionales.

Este método de calefacción utiliza alcohol etílico al 96%, un combustible líquido renovable y accesible que se consigue en comercios generales, farmacias o distribuidores mayoristas.

Cada modelo puede calefaccionar hasta
Cada modelo puede calefaccionar hasta 30 metros cuadrados con un litro de alcohol cada cuatro horas. instagram @ditomasodesign

Las estufas no requieren conexión a ninguna red ni obra de instalación. Tampoco precisan mantenimiento técnico, lo que las diferencia de los sistemas convencionales que suelen demandar limpiezas periódicas o controles de seguridad.

El calor se genera a través de un quemador desmontable que concentra el alcohol en un paño de piedra absorbente. Esto evita derrames incluso si la estufa se cae, ya que el líquido no circula libremente.

Además, el diseño incluye una tapa reguladora para ajustar la intensidad del fuego según la necesidad de cada ambiente, permitiendo su uso prolongado.

Las estufas están diseñadas para
Las estufas están diseñadas para operar en espacios sin infraestructura energética. instagram @ditomasodesign

Capacidad térmica y eficiencia energética

Hay dos modelos disponibles. El primero genera 3.000 kilocalorías por hora, suficiente para calefaccionar hasta 30 metros cuadrados. El segundo llega a 4.000 kilocalorías.

En ambos casos, el consumo estimado es de un litro de alcohol por cada cuatro horas de uso continuo a máxima potencia.

La combustión del alcohol no emite gases tóxicos, lo que permite su uso en espacios cerrados. Además, el sistema puede trasladarse de un ambiente a otro gracias a modelos con ruedas, evitando la necesidad de comprar varios dispositivos.

Cada modelo puede calefaccionar hasta
Cada modelo puede calefaccionar hasta 30 metros cuadrados con un litro de alcohol cada cuatro horas. instagram @ditomasodesign

En verano, el quemador puede reutilizarse como elemento decorativo o como repelente de insectos si se le incorpora aceite de citronela. De este modo, amplía su funcionalidad más allá de la temporada invernal.

Además, es posible adquirir únicamente el quemador para insertarlo en salamandras o chimeneas ya existentes, lo que permite prescindir del uso de leña y reducir el trabajo asociado a su almacenamiento, corte o compra.

Un diseño pensado para múltiples contextos

El sistema ha sido adoptado por personas en zonas sin acceso a gas ni electricidad, pero también por usuarios urbanos de alto poder adquisitivo que buscan una fuente de calor alternativa.

La estufa no emite gases
La estufa no emite gases tóxicos y puede trasladarse fácilmente entre ambientes. (Imagen Ilustrativa Infobae)

El mismo producto es utilizado en viviendas precarias, casas de fin de semana o residencias en barrios cerrados. Matías Di Tomaso, uno de los desarrolladores, afirma que el perfil de los usuarios es diverso.

Hay personas que llegan desde zonas sin acceso a la red de gas y con malas conexiones eléctricas, por lo que este invento les resulta indispensable para calefaccionar sus casas. Y también lo compran dueños de lujosas casas en country o barrios cerrados”, explicó en una entrevista reciente a TN.

De un taller familiar a una solución energética

La iniciativa surgió en 2017, cuando Gabriel Di Tomaso atravesaba una crisis personal y laboral. Por recomendación de su terapeuta, decidió enfocarse en una actividad manual que le resultara placentera. En el garaje de la casa de su madre, comenzó a fabricar pequeños calentadores decorativos.

El quemador incluye un paño
El quemador incluye un paño absorbente que evita derrames en caso de caída. instagram @ditomasodesign

Fue su hijo Matías, en ese momento profesor de tenis, quien notó el potencial del diseño como método de calefacción funcional. Juntos comenzaron a desarrollar los primeros prototipos y a mejorar la tecnología del quemador.

Hoy, padre e hijo lideran un emprendimiento que distribuye estas estufas a todo el país. Su propuesta apunta a resolver una necesidad concreta: calefaccionar sin depender de redes ni pagar altas tarifas, utilizando un recurso accesible, portátil y de bajo impacto ambiental.