Estas son las cinco preguntas que siempre debes hacerte antes de comprar una lavadora

Al momento de comprar una lavadora, siempre buscamos tomar la mejor decisión de acuerdo con nuestras necesidades. Uno de los aspectos más importantes a tener en cuenta es la capacidad de carga del electrodoméstico.

El primer punto clave para elegir una buena lavadora es considerar cuántas personas viven en tu hogar y cuánta ropa sueles lavar en cada carga. Este dato es fundamental, ya que cada modelo tiene una capacidad máxima de kilos.

Recuerda que, entre mayor sea la capacidad en libras o kilogramos, menor será la cantidad de ciclos de lavado necesarios y mayor el ahorro en consumo de energía, según Homecenter.

Otros factores relevantes a considerar, de acuerdo con la misma empresa, son:

Conocer qué tipos de lavadoras existen es otro punto importante, ya que cada modelo ofrece funciones y características distintas que pueden adaptarse mejor a tus hábitos y espacio disponible. Estos son algunos de los tipos más comunes:

• Lavadoras de carga superior: Son prácticas y suelen ocupar menos espacio. Permiten agregar ropa durante el ciclo de lavado y, por lo general, tienen un menor costo inicial.
• Lavadoras de carga frontal: Suelen ser más eficientes en el uso de agua y energía. Tienen mayor capacidad y ofrecen un lavado más delicado para las prendas.
• Lavadoras automáticas: Realizan todo el proceso de lavado, enjuague y centrifugado con solo seleccionar el programa deseado. Son ideales para quienes buscan comodidad y ahorro de tiempo.
• Lavadoras semiautomáticas: Requieren mayor intervención del usuario, como trasladar la ropa de una tina a otra para centrifugar. Aunque son menos prácticas, suelen consumir menos energía.

Es importante tener en cuenta la estatura y el peso de la persona que usará la lavadora, ya que estos factores pueden influir en la comodidad y facilidad de uso del electrodoméstico. Esta información suele estar detallada en la ficha técnica de cada modelo.

Además, es fundamental revisar si la lavadora cuenta con etiquetado de eficiencia energética, ya que este indica el nivel de consumo de energía del equipo. Optar por un modelo con alta eficiencia no solo ayuda a reducir el impacto ambiental, también representa un ahorro significativo en la factura de electricidad a largo plazo.

La escala es de la A a la G, donde A es para productos más eficientes que consumen menos energía y G para los menos eficientes que consumen más.

Las lavadoras automáticas incluyen un programa de centrifugado diseñado para eliminar el exceso de agua de la ropa. Sin embargo, esto no reemplaza el uso de una secadora, ya que las prendas aún deben colgarse para completar el proceso de secado.

Es relevante considerar que, mientras más revoluciones por minuto (rpm) tenga el centrifugado, más seca saldrá la ropa al finalizar el ciclo. No obstante, un mayor número de rpm también puede implicar un incremento en el consumo de energía y en el precio del equipo.

Existen modelos con capacidades de centrifugado que van desde las 400 hasta las 1.600 rpm. Como referencia, se recomienda optar por lavadoras que ofrezcan al menos 700 rpm para obtener un secado eficiente sin comprometer el rendimiento energético.

Las lavadoras ofrecen una variedad de programas de lavado que se diferencian por sus niveles de velocidad y temperatura.

Es importante evaluar qué tipo de programas incluye el modelo que estás considerando, según las prendas que sueles lavar con más frecuencia. Por ejemplo, algunos ciclos están pensados para ropa muy sucia que requiere remojo previo; otros son ideales para tejidos delicados, ya que operan a menor velocidad.

También existen programas específicos para ropa deportiva o de lana, que combinan ciclos cortos con una acción de lavado más intensa. Incluso, algunas lavadoras incorporan opciones especiales para materiales como algodón o mezclilla (jeans), adaptando el proceso a las necesidades de cada tipo de tejido.