Hace 50 años, dos jóvenes visionarios, Bill Gates y Paul Allen, dieron forma al primer código que transformaría el mundo de la informática. Un código que, en su modestia técnica y en su propósito audaz, sería la semilla que germinaría en uno de los imperios tecnológicos más grandes de la historia: Microsoft.
Con motivo de este aniversario, Gates ha decidido compartir públicamente, por primera vez, ese código fundamental, conocido como Altair BASIC, una pieza clave que dio inicio a la era de la computación personal tal como la conocemos hoy.
La historia del código que impulsó a Microsoft
En enero de 1975, la portada de la revista Popular Electronics captó la atención de Gates y Allen. En ella, se presentaba el Altair 8800, una minicomputadora de la empresa Micro Instrumentation and Telemetry Systems (MITS), equipada con un procesador Intel 8080. Para muchos, ese pequeño dispositivo era solo un prototipo, pero para ellos representaba la puerta de entrada a una revolución en la informática personal. En palabras del propio Gates: “Esa portada me cambió la vida”.
Aunque él era apenas un estudiante de primer año en la Universidad de Harvard, la lectura del artículo sobre el Altair encendió en él una visión clara: el futuro de la informática estaría en las manos de los usuarios, y las computadoras personales serían herramientas fundamentales en cada hogar. Así, junto a Allen, decidió que era el momento de actuar. El problema era que aún no existía un software capaz de hacer funcionar el Altair como la visión de los dos jóvenes lo deseaba.

Así que juntos se pusieron en contacto con Ed Roberts, el director de MITS, y le prometieron que ya tenían listo un software compatible con el Altair, aunque en realidad el código aún no existía. La prisa para cumplir con esta promesa fue mayúscula, pues no tenían un prototipo en sus manos, y, para colmo, el modelo de computadora basado en el procesador Intel 8080 no estaba disponible.
A pesar de las dificultades, la respuesta de los jóvenes fue clara: harían todo lo posible para que su software fuera una realidad.
La creación del primer programa de Microsoft: Altair BASIC
En ese momento, Gates y Allen se dieron cuenta de que tenían que recurrir al lenguaje de programación BASIC, desarrollado en 1964 en Dartmouth College, para dar vida al proyecto. Sin embargo, había un desafío técnico fundamental: adaptar ese lenguaje de programación a una máquina completamente nueva, con un procesador diferente al de las computadoras convencionales de la época.
Durante dos meses, los jóvenes trabajaron sin descanso, muchas veces sin apenas dormir, en el laboratorio de Harvard, probando el código en un emulador de computadora creado por Allen. Mientras tanto, otro programador, Monte Davidoff, contribuyó al proyecto con la creación de las rutinas de coma flotante que el sistema necesitaba.

El tiempo apremiaba y la meta era clara: el código debía caber en apenas 4 kilobytes de memoria, lo que para la época era una cantidad ínfima, e incluso hoy en día es un espacio ridículo para los estándares de programación modernos. La presión era enorme, pero el equipo perseveró.
El trabajo fue tan intenso que el código fue terminado en un avión, durante el viaje hacia Albuquerque, la sede de MITS, donde tendría lugar la primera demostración del software. A pesar de las condiciones de presión y la incertidumbre, la presentación fue un éxito rotundo.
MITS decidió licenciar el software, y en abril de 1975, nacía oficialmente Microsoft (originalmente con el nombre de Micro-Soft), una empresa que en los años siguientes cambiaría para siempre la historia de la tecnología.
El “código más genial” de Bill Gates
Para Bill Gates, aquel código no es solo una reliquia de los inicios de Microsoft, representa el génesis de toda una visión que transformaría la vida de millones de personas en todo el mundo. En su blog, lo describió como “el código más genial que he escrito jamás”.

A pesar de que los avances en la tecnología han dejado atrás aquel código en términos de complejidad y sofisticación, para él sigue siendo un símbolo de la visión de futuro que compartió con Allen y que marcó el inicio de una revolución tecnológica.
Con el paso de los años, Microsoft se expandiría más allá del Altair BASIC, desarrollando sistemas operativos como MS-DOS, Windows, y software de productividad como Word, Excel y PowerPoint. Pero todo comenzó con ese pequeño programa que, en su simplicidad, permitió a la humanidad acceder por primera vez al concepto de la informática personal.
El impacto del Altair BASIC no solo estuvo en sus aplicaciones inmediatas, sino en lo que representaba: la posibilidad de personalizar la computadora, adaptándola a las necesidades de los usuarios. Esta idea de que cada hogar podría contar con un ordenador que sirviera para múltiples propósitos, desde la contabilidad personal hasta el entretenimiento, cambió para siempre la relación de las personas con la tecnología.
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