Por qué expulsa mal olor el aire acondicionado y qué hacer para purificar el aire

El ciertas ocasiones el aire acondicionado puede desprender malos olores que generan incomodidad y plantean dudas sobre su origen. Estos olores suelen estar vinculados a problemas de limpieza y mantenimiento, que evidencia la importancia de una adecuada revisión de los sistemas de climatización.

Fabricantes como Panasonic y Samsung coinciden en que las causas más comunes de los olores desagradables en los aires acondicionados son la acumulación de suciedad en el serpentín del evaporador, la bandeja de drenaje o los filtros de aire.

Estas condiciones pueden propiciar el desarrollo de microbios que generan olores similares al de calcetines sucios o moho. De esta manera se abordan las causas principales del problema y las medidas claves para evitarlo y purificar el ambiente de todo el hogar.

Los malos olores en los sistemas de aire acondicionado generalmente están relacionados con la acumulación de humedad y suciedad en componentes clave del aparato.

Panasonic señala que un serpentín del evaporador sucio o una bandeja de drenaje bloqueada son fuentes comunes de este problema. La humedad retenida en estas partes crea un entorno ideal para el crecimiento de bacterias, moho y hongos, que producen olores desagradables.

También los filtros de aire sucios son otra causa frecuente. Cuando los filtros no se limpian con regularidad, acumulan polvo, partículas y contaminantes que pueden degradarse con el tiempo y emitir olores. Este problema se agrava durante el verano o en periodos de uso intensivo, lo que hace imprescindible una limpieza periódica.

Ignorar los malos olores en el aire acondicionado no solo afecta la comodidad del hogar, sino que también puede tener consecuencias para la salud.

Según expertos en calidad del aire, los microorganismos que proliferan en los aparatos mal mantenidos pueden liberarse al ambiente y ser inhalados, provocando afecciones respiratorias, alergias e irritación de los ojos o la garganta.

Además, el mal olor puede ser un indicativo de fallos más graves en el sistema. Un serpentín obstruido, puede reducir la eficiencia del aparato y aumentar el consumo de energía, generando costos adicionales en la factura eléctrica. Ignorar estos problemas incrementa el riesgo de daños a largo plazo en el electrodoméstico.

La frecuencia de limpieza depende del uso del electrodoméstico y de las condiciones ambientales. La mayoría de fabricantes sugieren limpiar los filtros cada 15 días durante temporadas de uso continuo, como el verano. En climas húmedos o con alta presencia de polvo, esta tarea debe realizarse con mayor regularidad.

En cuanto a los componentes internos como el serpentín y la bandeja de drenaje, los fabricantes sugieren una revisión y limpieza profunda al menos una vez al año. Este procedimiento debe ser realizado por técnicos especializados para garantizar que todas las partes del sistema estén en óptimas condiciones.

La prevención es clave para evitar el desarrollo de olores desagradables en el aire acondicionado. Hay que asegurarse de que el drenaje del aparato funcione correctamente para evitar la acumulación de agua. Asimismo, el uso de filtros de alta calidad que retengan partículas microscópicas puede reducir significativamente la acumulación de suciedad.

Por otro lado, ventilar las habitaciones contribuye a mantener un ambiente limpio y fresco. Abrir las ventanas regularmente y evitar obstrucciones en las entradas y salidas de aire del aparato puede mejorar la circulación del aire y minimizar la humedad en el interior.

La instalación de purificadores de aire con filtros HEPA es una opción clave para eliminar partículas contaminantes, como polvo, polen y bacterias. Estas tecnologías pueden complementar el uso del aire acondicionado y mejorar la calidad del aire en el interior.

Otra ayuda es el uso de plantas que actúan como filtros naturales, como el potus o la palma areca, puede contribuir a reducir los contaminantes y mantener un ambiente más fresco.