
En más de una ocasión, los usuarios han tenido que seleccionar la opción de ‘I’m not a robot’ o ‘No soy un robot’ de Captcha y luego realizar pruebas simples, como identificar imágenes que contengan bicicletas o semáforos.
Sin embargo, si un robot intenta realizar estas acciones, aunque pulse la opción, el sistema seguirá detectándolo como algo diferente a un humano. Esto se debe a que las pruebas CAPTCHA están diseñadas para evaluar comportamientos característicos de los humanos, como los movimientos del ratón o el tiempo de respuesta.
Por qué los robots no pueden responder I’m not a robot de Captcha
Los sistemas Captcha (Completely Automated Public Turing test to tell Computers and Humans Apart) están diseñados para proteger sitios web de interacciones automatizadas y maliciosas, como bots, asegurándose de que solo los humanos puedan acceder a ciertos servicios o realizar acciones como enviar formularios.
La función “I’m not a robot” es un mecanismo que se utiliza para que el usuario demuestre que es humano, y normalmente se apoya en algoritmos que analizan el comportamiento del usuario y en tareas que requieren habilidades cognitivas que las máquinas no pueden realizar de manera efectiva.

Por ejemplo, un Captcha típico puede pedir al usuario que seleccione todas las imágenes que contienen un automóvil de una serie de imágenes mezcladas. Esta tarea no solo requiere que el usuario reconozca visualmente los coches, sino que también requiere juicio contextual y la capacidad de interpretar lo que constituye un coche en diferentes situaciones.
Las máquinas, aunque pueden ser entrenadas para reconocer imágenes, a menudo luchan con variaciones y contextos, lo que las hace vulnerables a errores en esta clase de tareas.
Además, los sistemas Captcha modernos también evalúan el comportamiento del mouse o el tiempo que un usuario tarda en completar la prueba. Un robot, al ser programado para ejecutar estas tareas, suele hacerlo de manera diferente a un humano, ya que su interacción es más rápida y precisa, lo que puede levantar sospechas en el sistema.
Para qué sirven los sistemas Captcha

Los sistemas Captcha sirven principalmente para proteger sitios web y aplicaciones de diversas amenazas relacionadas con el uso automatizado. Su función más destacada es la prevención de spam, ya que ayudan a evitar que bots envíen formularios de contacto, comentarios o correos electrónicos masivos.
Contribuyen a la seguridad de las cuentas de usuario. Al ser utilizados en procesos de registro o inicio de sesión, dificultan los ataques automatizados que buscan acceder a cuentas sin autorización.
También juegan un papel importante en la protección contra ataques de denegación de servicio distribuido (DDoS), ya que permiten filtrar el tráfico automatizado y asegurar que solo los usuarios humanos accedan a los servicios.
En el ámbito del comercio electrónico, los Captcha añaden una capa de seguridad en las transacciones, garantizando que no sean realizadas por scripts o bots maliciosos.

De este modo, también mejoran la calidad de los datos recolectados, ya que requieren que un humano complete ciertas tareas antes de enviar información, lo que asegura que los datos sean más precisos y relevantes.
Asimismo, estos sistemas son efectivos en la detección de actividades fraudulentas, identificando y bloqueando comportamientos sospechosos, como la creación de cuentas falsas o la ejecución de scripts maliciosos.
Qué es reCaptcha
Google desarrolló un propio sistema de seguridad llamado reCaptcha. Una de las características distintivas de reCaptcha es su enfoque en la usabilidad.
A diferencia de los Captcha tradicionales, que a menudo requerían que los usuarios resolvieran acertijos complicados o identificaran imágenes específicas, reCaptcha utiliza métodos más simples y efectivos. Por ejemplo, en su versión más reciente, a menudo basta con que el usuario marque una casilla que dice “No soy un robot”.
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