El suboficial que espió 18 años para la Unión Soviética sin que lo descubrieran y se convirtió en “el mayor traidor de la historia”
Con una carrera naval intachable, el operador de radio John Walker no estaba satisfecho con su vida: en 1967 descubrió que su esposa lo engañaba y que el amigo que administraba el bar que había comprado con sus salarios lo había llevado a la quiebra. Poco después se presentó en la embajada soviética en Washington, donde entregó copias de documentos secretos a los que tenía acceso y se ofreció como espía. Durante casi dos décadas manejó una red que solo fue descubierta cuando lo denunció su exmujer, resentida porque no le pasaba dinero