Ricardo Barreda: su fascinación por las armas, el permiso para cazar y los testamentos secretos que dejó relacionados con su herencia maldita
Su padre militar le enseñó a defenderse y a los 16 tuvo su primera escopeta y recorría campos de la provincia de Buenos Aires para cazar animales. En 1967 obtuvo la licencia otorgada por La Dirección de Conservación de la Fauna. “Yo era de asegurarme la presa”, le confió a su biógrafo, el periodista Pablo Marti Krenz, quien además cuenta que el homicida había realizado otras cesiones más allá de que la justicia acaba de determinar los herederos legítimos de sus bienes