Jugó en Racing y en Europa, declaró que era mejor que Palermo y hoy se gana la vida como sereno de una escuela
Por su contextura física y su capacidad goleadora, Perico Ojeda aseguraba que podía rendir como el ídolo de Boca y Estudiantes. Sin embargo, el fútbol le jugó una mala pasada en la Academia y trasladó su sueño al Numancia, donde se destacó ante las potencias de España