“La mujer de los perros”, la sádica guardiana de los campos de exterminio nazis que los hacía morder hasta matar
Juana Bormann, una mujer semianalfabeta y con una vida mediocre, se enroló en las SS como guardia a los 45 años. Allí se sintió poderosa por primera vez y se convirtió en dueña de la vida y de la muerte. Se destacaba por los “perros lobos”, que entrenaba como asesinos. Condenada a muerte, sus últimas palabras fueron: “Yo tengo mis sentimientos”