Una exposición de manuscritos de hace 1.300 años muestra que los monjes no se limitaban a copiar: en los márgenes hay bromas, ironías y quejas
Manuscritos y objetos expuestos por primera vez permiten conocer el lado más íntimo, emocional y cotidiano de los monjes del siglo IX, desafiando la imagen austera de la vida monástica medieval