Hembrismo, la otra cara del machismo
Cumplir con las nuevas normas sociales puede implicar resignar espontaneidad y generar una constante sensación de inadecuación

El neofeminismo cancela lo masculino en lugar de vitalizarlo para neutralizar el machismo
La guerra contra el hombre es una distorsión y un error sideral, porque el principal enemigo del “macho” no es la mujer, sino el varón
