Nora es monja y sabe que pronto morirá: “Tengo hecho el check-in, la muerte es una gran aliada para vivir con más conciencia”
“Siempre dije que quería morir dando los ejercicios espirituales”, dice esta religiosa ignaciana, dueña de una vitalidad que inspira. No tiene el “physique du rôle”, el que el cliché les atribuye a las mujeres que han consagrado su vida a Dios. Habla con naturalidad y hasta con humor del cáncer, ese “amigo silencioso” al que “le encantan mis huesos”