Se enamoró perdidamente de ella y creyó que estarían juntos toda la vida hasta que descubrió que el corazón duele
Corría el año 1987, cuando Ricardo y Violeta se vieron por primera vez en la puerta de su trabajo, sin saber que eran compañeros. Una tarde deportiva inolvidable para él, que recuerda cada detalle, incluso cómo estaba vestida. Un lamentable accidente con una pelota le sirvió de excusa para volver a verla. La atracción desenfrenada que los unió, que no estuvo libre de obstáculos ni traiciones