Una mujer de Turín es la última inquilina de su edificio por culpa del modelo Airbnb: “Para pagar el alquiler, tuve que vender collares y pulseras … ha subido de 600 a 900 euros”
María, una mujer de 80 años que lleva cuarenta viviendo en el mismo edificio, se siente “cada vez más sola” en el barrio turinés de Porta Palazzo, donde ya “no sabes quién vive al lado”: “El barrio, el de verdad, ya no existe”