Clausuraron el geriátrico donde un anciano fue brutalmente golpeado por no querer tomar la medicación

La fiscalía, que investiga la agresión sufrida por el hombre de 89 años en Mar del Plata, determinó que el lugar no contaba con la habilitación correspondiente

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La agresión fue registrada por las cámaras del lugar

El violento episodio ocurrido la semana pasada contra un anciano en un geriátrico de Mar del Plata, que quedó registrado en una cámara interna, derivó en una denuncia e investigación y la posterior clausura del lugar.

Así lo determinó la fiscal Carolina Castañeda, que investiga la agresión sufrida por Héctor Salas, de 89 años, quien fue encontrado por su nieta con moretones visibles en su cara y en sus manos dentro del lugar. Las agresiones sucedieron días atrás en el establecimiento Posada Punta Mogotes, ubicado en General Pacheco al 2000, donde la víctima, diagnosticada con Alzheimer, sufrió lesiones y debió recibir asistencia médica.

La causa se tramita en la Oficina de Composición Temprana de Conflictos Sociales y permanece a la espera de nuevos informes médicos. En tanto, luego de una Inspección General ordenada por la fiscal, en donde descubrieron una serie de irregularidades en el funcionamiento de la residencia, clausuraron el geriátrico. De acuerdo al medio local 0223, encontraron deficiencias en la habilitación, medidas de seguridad y disponibilidad de personal.

Las autoridades municipales intervinieron a partir de la denuncia presentada por la familia del residente. Fue la nieta, Karen Salas, quien se presentó ante las autoridades junto a un abogado particular y amplió la denuncia original.

“Esta semana podrían declarar otros testigos mientras se aguarda el informe del Cuerpo Médico para agregar al expediente”, señalaron fuentes judiciales al mencionado portal. Y añadieron: “Puede haber información que refuerce la hipótesis de la Fiscalía y que detalle el estado de habilitación, de medidas de seguridad, personal disponible y otras cuestiones preventivas”.

Las lesiones que sufrió Héctor tras ser agredido en el geriátrico

La secuencia registrada por las cámaras

El caso se conoció públicamente tras la difusión de imágenes de las cámaras de seguridad del geriátrico, donde se podía ver la secuencia de la agresión. Rl incidente ocurrió el martes 9 de diciembre, cuando una vecina que visitaba a su abuelo descubrió que tenía heridas en el rostro y los brazos. “Mis primas fueron a visitarlo y notaron que tenía algunas lesiones. En las manos, en los ojos y en la boca”, sostuvo la mujer, que aportó el material fílmico y las fotografías a las autoridades.

La joven denunció que la dueña del geriátrico justificó el ataque alegando que Héctor “había sufrido un brote psicótico” tras negarse a tomar una medicación. “Le podía haber dado la pastilla disuelta en la comida o en la bebida”, acusó.

Las imágenes mostraban una sala de estar con varios ancianos. En el centro de la escena aparecía la víctima, rodeada por quienes serían enfermeras o empleadas del establecimiento. La disposición de las personas alrededor dl hombre impedía advertir con precisión qué sucedía en ese momento, aunque se alcanzaba a percibir una situación de tensión en la que habría sido golpeado.

En declaraciones recogidas por el medio marplatense, la familia remarcó la situación de vulnerabilidad de los adultos mayores alojados en este tipo de establecimientos: “Están en un estado de vulnerabilidad terrible, sin nadie que los proteja”. Respecto a la víctima, un control médico posterior confirmó fracturas en la mano derecha, especialmente en el dedo pulgar.

Previo a ser retirado del geriátrico, el hombre manifestó en diálogo con sus nietas, en un video compartido en redes sociales: “Qué bochinche que se armó, che. Yo vine a pagar sin querer. Se armó la joda y yo también pagué”. Luego, al ser consultado sobre por qué no le avisó del episodio, respondió: “¿Qué te voy a avisar? No podía. Y acto seguido manifestó: “Me quiero ir a la mierda, me quiero ir ahora mismo”.

El expediente judicial permanece abierto solo por la denuncia presentada por la familia de Salas, aunque se espera la incorporación de nuevos testimonios y peritajes que permitan avanzar en la investigación.