Declaró el policía acusado del crimen de Bastián: “Mi conducta fue negligente, el miedo me llevó a dónde estoy”

Juan Alberto García Tonzo hizo uso de la palabra ante el jurado popular que deberá determinar si es culpable o no del homicidio del nene de 10 años. El veredicto podría conocerse este miércoles

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El crimen de Bastián: el video de cómo el policía dispara

Se mantuvo casi todo el juicio un paso por detrás de sus abogados. Con saco de traje azul, camisa blanca y el pelo con corte al ras, con la cabeza gacha a veces. El único momento en que se notó que estaba fue cuando se sonó la nariz. Casi no habló con sus representantes. Pero este miércoles, Juan Alberto García Tonzo (31), el policía acusado de matar a Bastián Escalante (10), salió de esa posición y se sentó a declarar ante los jurados que lo juzgan en Tribunal Oral en lo Criminal N°4 de Avellaneda.

No es un día más, es la última jornada del juicio que se desarrolla ante la jueza técnica María Angélica Sayago del Castillo. Y los jurados, 12 titulares y cuatro suplentes, luego pasarán a deliberar. Es posible que haya un veredicto hoy mismo.

Mi conducta fue negligente, el miedo me llevó a dónde estoy”, admitió ante una pregunta de la fiscal de juicio Mariela Montero. Fueron varias veces la que mencionó la palabra miedo a lo largo de su testimonio. Luego, admitió ante una pregunta de la acusación que les tiró a los sospechosos cuando estaban de espaldas y que aun así siguió disparando.

García Tonzo está imputado por el delito de homicidio con dolo eventual agravado por el uso de arma y dio su versión de lo sucedido esa noche. Contó la secuencia de cómo lo quisieron robar, de cómo se defendió del ataque y por qué, y de lo que hizo luego, que fue avisar para que llamen al 911 y que él escuchó disparos.

La llegada de la mamá
La llegada de la mamá del niño a la última audiencia del debate oral

Y, en ese contexto, declaró sin perjuicio de decir verdad: “Al cabo de unos minutos, escucho a lo lejos los gritos de una femenina. Reacciono. Trato de acercarme al lugar, de identificar la situación y, cuando veo, había una mamá con un nene en el piso, había mucha sangre. Traté de socorrer, miraba para todos lados, pedí ayuda". Eran Johana y Bastián que se moría.

En otro pasaje de su declaración, García Tonzo relató que, frente al intento de robo, tuvo temor de lo que podía pasar porque conoce esa zona de Wilde y es peligrosa: “Ante esa situación de peligro, esa reacción de nerviosismo y miedo, intenté defenderme”.

El juicio podría tener un
El juicio podría tener un veredicto este miércoles

Y agregó: “Percibo que me contestan con disparos. Trato de cubrirme o resguardar mi vida. Me parapeto, que es cubrirse, en un poste de luz, y pongo rodilla a tierra, y trato de defenderme... Estaba nervioso, tenía miedo“.

E intentó escudarse en el término “visión blanca” sin que sus defensores hayan presentado peritos que expliquen qué significa eso.

En palabras del imputado: “Sentí miedo cuando llegaron las motos, miedo a que supieran que soy policía, que, posiblemente, me saquen el arma o me roben o me maten. Normalmente, se le llama como una visión blanca ante un hecho de nervios, estrés, adrenalina. Solamente, estás apuntando a un solo objetivo y es cuando la visión de alrededor se nubla todo. No ves nada, está todo borroso, no escuchás ante la adrenalina y el miedo".

-¿Vio al niño?, le preguntó la fiscal.

-Nunca lo visualicé, respondió.

No les ofreció disculpas a los padres ni pidió perdón. Sólo comentó que cuando vio a Johana y Bastián herido sintió “desesperación” y se le quebró la voz. “Quería ayudar y no sabía cómo. Trataba de calmar la situación, quería ayudar”, añadió.

Los padres de Bastián
Los padres de Bastián

El caso

Ese 10 de julio del año pasado, cuatro delincuentes (tres menores de por entonces 14, 16 y 17 años) intentaron robarle la moto al policía imputado en la intersección de Caxaraville y Friuli, en la localidad de Wilde.

Pero García Tonzo tomó su pistola reglamentaria y les disparó mientras los cuatro sospechosos escapaban. Johana y su hijo venían por esa misma cuadra, en dirección contraria a los disparos y a los sospechosos que escapaban de las balas.

Por eso, la mamá de Bastián decidió dar la vuelta para volver al club a refugiarse. En ese intento, un balazo impactó en la espalda de Bastián.

El disparo ingresó por la espalda del chico y salió por el cuello. Bastián se desplomó en la esquina. Johana intentó socorrerlo como pudo: le tapó la sangre mientras pedía auxilio. Un policía subió al nene y a la mamá a la caja del patrullero y los llevó a la UPA y, luego, al hospital Perón. Murió a las 9.04 del 11 de julio.

El jurado popular debe decidir si el policía acusado es culpable o no culpable.