Heidi, su novio, su hermana y la banda de viudas negras colombianas que atacaba una vez al mes

Cómo operaba la organización criminal que asaltó al menos a cinco víctimas entre abril y julio. Los cómplices hombres también robaban autos

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Así capturaron a una de las viudas negras de la banda de colombianos

La modalidad es bastante conocida y estas tres chicas colombianas no hacían nada muy diferente a lo que dice el manual básico de las viudas negras. Conocían a sus víctimas por aplicación de citas, se veían en algún lugar, iban a sus departamentos y allí los dormían para robarles. Algunos ataques los daban solas, en otros tenían a sus cómplices esperando el momento para entrar y arrasar con todo lo que fuera de valor. Mientras tanto, el dueño de casa dormía sin enterarse de nada.

Hoy las tres viudas negras duermen todas en una celda, y varios de sus cómplices también: en total son 10 y todos de nacionalidad colombiana y los hombres se dedicaban también al robo de autos.

La más conocida de las viudas colombiana es Heidi. Infobae contó a principios de agosto que la detuvieron cuando intentaba dejar el país por un cruce fronterizo de la provincia de Jujuy con un pedido de captura sobre su cabeza después de haber engañado, drogada y robado a un hombre de 37 años: se llevó hasta el carnet de socio de un club de fútbol.

Pero Heidi no andaba sola seduciendo hombres por la Ciudad de Buenos Aires. Su pareja la custodiaba; y su hermana, Daiana, y L., que se hacía llamar “Yeimi”, eran las otras dos viudas con las que se repartía los golpes, en base a lo que cree la Justicia y a lo que pudo acceder este medio.

Detuvieron a una viuda negra cuando intentaba fugarse: Heidi

La banda de la colombiana Heidi quedó bajo la lupa de la Justicia tras una serie de hechos delictivos ocurridos en distintos barrios porteños entre abril y julio.

L.

El primer caso que le pueden los investigadores endilgar a la banda fue el 26 de abril. C.G., que vive en la calle Uriburu al 600, conoció en un bar de la esquina de Serrano y Soria, del barrio de Palermo, a L., de 26 años y tonada caribeña.

Obviamente, logró que la víctima la invite a su casa, donde, manual de por medio, L. lo drogó y el hombre se quedó dormido. Al despertar encontró el departamento revuelto: se habían llevado una TV 75 pulgadas, celulares, una consola de videojuegos, relojes, cadenas de oro y hasta documentación personal y pertenencias de su tía. Y, con esos papeles, luego solicitaron varios préstamos a nombre de la mujer. Lo arruinaron.

Dos días después de ese ataque, agentes de la Comisaría Vecinal 1B darían con parte de la banda, pero sin saber que eran los cómplices de la viuda. Los policías notaron un movimiento sospechoso en avenida Independencia al 1300: dentro de un Renault Fluence gris estaban P.S., D., F.V., C.V. y L., todos de nacionalidad colombiana, con edades de entre 25 y 27 años.

Daiana presa
Daiana presa

Ninguno pudo justificar por qué en el coche había celulares, $420.000 en efectivo y las llaves de otro vehículo, un Ford Focus con patente provisoria. “Dos de los teléfonos que les encontraron fueron reconocidos como propiedad de C.G.”, contaron las fuentes. Pese a ello, no quedaron presos.

Habría que esperar hasta el 18 de mayo para otro golpe de las viudas. L. fue al ataque de nuevo. N.M. fue su víctima y la conoció como “Yeimy” en una aplicación de citas famosa. Hubo encuentro y él se quedó dormido en su departamento de la calle O’Higgins al 2000. También cuando se despertó notó que le habían robado de todo: una MacBook, una cámara profesional, lentes fotográficos, un drone, un reloj inteligente, la billetera y otras pertenencias.

Pero, L. había sido fichada y había dejado huellas, y la Policía Científica de la Ciudad las halló. Así la orden de detención salió de la Justicia.

Pese a ello, el 2 de junio L. atacó de nuevo. A R.J. también lo cazó en una aplicación de citas y él, inocente, la invitó a cenar a Palermo. Obvio como el resto, después la llevó a su casa de José Pedro Varela al 4800. Llegó el momento del alcohol, de que ella le pusiera algo en la bebida y de que él perdiera el conocimiento.

Heidi, detenida
Heidi, detenida

“Al despertar faltaban $1.200.000, relojes, computadoras, un vehículo Volkswagen Vento y otros objetos de valor”, comentaron las fuentes del caso. Las cámaras de seguridad fueron implacables con L.. Se la veía ingresando al edificio junto a dos cómplices.

Interpol

Del ataque del 7 de junio no hay precisiones sobre cuál fue la viuda que usó la banda. Atacaron en la avenida Crisólogo Larralde al 2700, donde M.C. denunció que le robaron notebooks, celulares, instrumentos musicales, perfumes, dinero en efectivo, relojes y su vehículo Toyota Corolla blanco. La viuda negra que había conocido fue a su casa, bebieron, se durmió y ahí entraron los dos cómplices y se llevaron hasta el coche.

Para ese entonces, Interpol Colombia remitió un pedido de captura para cinco ciudadanos de ese país, vinculados a esta red.

Los arrestos se dieron el 11 de julio pasado: M.S. (25), A.D. (25) y D. (de 27 años, al que lo habían encontrado en el Renault Fluence gris sospechoso de la avenida Independencia).

Todos fueron detenidos con elementos utilizados para abrir vehículos, pero también con el intento de robo a un auto.

Dos días después, Heidi atacaba. R.E., de 37 años, fue su víctima. Se contactaron por una red social de citas, quedaron en juntarse en una pizzería y luego fueron a la casa del hombre. Cuando despertó estaba robado.

Ella fue atrapada el 30 de julio. “La prófuga quiso cruzar el paso fronterizo de Argentina hacia Bolivia, y al momento de cumplir con los trámites migratorios, fue interceptada por personal de la Gendarmería: tenía pedido de captura”, indicaron como fue el fin de la fuga de Heidi.

Daiana

Doce días después del ocaso de Heidi, cayó su hermana. La División Robos y Hurtos Norte detuvo el 11 de agosto a Daiana, colombiana de 28 años, durante un allanamiento en el barrio Rodrigo Bueno. La buscaban por el ataque que había cometido Heidi el pasado 13 de julio, por haber actuado como cómplice de su hermana.

En su casa hallaron joyas, celulares, inhibidores de señal, dinero en distintas monedas y medicamentos como Zolpidem, un hipnótico. Se cree que con eso dormían a las víctimas. “También le secuestraron de bienes pertenecientes a las víctimas”, comentaron las fuentes del caso.

Dos días después la banda sufriría otra baja. En Suipacha al 1100, fue capturado S.G., colombiano de 26 años, cómplice de Heidi y de L. y al que también lo habían encontrado en el Renault Fluence gris sospechoso de la avenida Independencia.

Los investigadores creen que aún hay más prófugos, como también, más víctimas.