Jury a Julieta Makintach: definen su suspensión definitiva como jueza

Hasta ahora, la magistrada había sido licenciada por orden de la Corte Suprema bonaerense. La resolución de los legisladores podría impactar en su sueldo, que todavía cobra

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La jueza Julieta Makintach
La jueza Julieta Makintach

Este jueves será un día clave en el juicio político contra la jueza Julieta Makintach, quien la semana pasada presentó la renuncia a su cargo tras el escándalo que la tuvo como protagonista en el debate oral por la muerte de Diego Maradona.

A la espera de que gobernador bonaerense, Axel Kicillof, acepte o rechace su dimisión, los legisladores que integran el jurado de enjuiciamiento contra ella deberán debatir y resolver si la suspenderán o no definitivamente como magistrada hasta que se esclarezca su situación judicial.

El tema comenzará a tratarse este jueves en horas de la mañana vía Zoom. No obstante, podría demorar en definirse, según señalaron fuentes judiciales a Infobae.

Cabe señalar que hasta ahora Makintach estaba suspendida por 90 días tras una orden de la Corte Suprema de Buenos Aires, que lo dispuso de manera preventiva apenas estalló el escándalo.

La diferencia principal con que ahora su suspensión sea debatida en el jury es que, en caso de que se oficialice, a la jueza se le descontará un porcentaje de su sueldo que hasta el momento seguía cobrando en su totalidad. Además de ser una decisión netamente política.

Una de las imágenes del
Una de las imágenes del documental sobre el juicio por Maradona

Lo que se resuelva sobre este punto será fundamental para el futuro de Makintach. Por un lado, si los legisladores a cargo del juicio político deciden suspenderla, significa que entonces consideran que hay elementos que comprometen seriamente a la jueza.

En caso contrario, podría leerse como que existe alguna posibilidad de que para ellos no haya habido ninguna irregularidad.

Si se define su suspensión, Makintach no podrá ejercer hasta que termine el jury y se resuelva si la destituyen o no de su cargo.

No obstante, todo está sujeto a la resolución de Kicillof, que todavía tiene en sus manos la decisión de aceptar o no la renuncia que presentó ella misma la semana pasada.

Mientras tanto, el juicio político continúa como si nada hubiera sucedido hasta que el primer mandatario bonaerense se expida.

Qué pasa si aceptan la renuncia de Makintach

Si Kicillof le acepta la renuncia a la jueza del escándalo, se termina el jury, que en líneas generales tiene como objetivo "mantener la buena salud de la Justicia en la que el funcionario dura mientras dure su buena conducta", según señalaron fuentes a Infobae.

La diferencia para Makintach entre la renuncia y el jury, es que con el jurado de enjuiciamiento no puede acceder nunca más a un cargo en la Justicia.

“Incluso, algunos colegios de abogados no han aceptado la matrícula a un letrado que fue desplazado por un juicio político, ha pasado. El objeto de la renuncia es no enfrentar un procedimiento que te va degradando", analizaron las fuentes.

La jura de Makintach
La jura de Makintach

En caso de que le acepten la renuncia o sea desplazada con un jury no cambia su situación ante la jubilación de la caja de magistrados: no la recibirá, ya que en el caso de dimisión no cumple con los requisitos de 62 años y haber pasado el último lustro en un cargo.

Sí, por su parte, tiene la de la caja bonaerense si sigue aportando desde otro lugar de trabajo.

El texto completo de la renuncia

Tengo el honor de dirigirme a Ud., en mi carácter de Jueza del Tribunal en lo Criminal N° 2 del Departamento Judicial de San Isidro, a fin de presentar mi renuncia al cargo para el cual fui oportunamente designada.

La presente decisión se inscribe en el contexto de los hechos de público conocimiento que han generado un profundo impacto institucional y social, con consecuencias no deseadas, —las que lamento profundamente—, vinculados al desempeño de mi rol jurisdiccional en un juicio oral de alta sensibilidad pública.

Asumo que el ejercicio de la función judicial no puede desvincularse de la responsabilidad ética, política e institucional que conlleva integrar uno de los poderes del Estado, cuando defrauda expectativas sociales puestas al servicio de la buena administración de justicia.

Consciente del contexto, y del daño que la prolongación de la situación actual podría generar a la confianza pública en el Poder Judicial, considero que en este momento mi mayor contribución a la reconstrucción del prestigio institucional y a la reparación de los errores cometidos es apartarme voluntariamente del cargo.

Esta decisión no sólo expresa un compromiso personal con los valores republicanos que guían nuestra función, sino también el convencimiento de que la legitimidad judicial no se sostiene exclusivamente en la legalidad formal, sino también en la percepción pública de confianza, responsabilidad y sensibilidad social frente a los derechos fundamentales.

Presento esta renuncia con serenidad, sin renunciar al derecho de ejercer mi defensa en los ámbitos que correspondan, pero con la convicción profunda de que la credibilidad del sistema de justicia exige gestos firmes y decisiones ejemplares, especialmente cuando se trata de reparar el impacto institucional de una actuación judicial que ha sido ampliamente cuestionada.

Agradezco a la Suprema Corte de Justicia y a las autoridades del Poder Judicial de la Provincia de Buenos Aires por la oportunidad de haber ejercido una función de tan alto honor en una carrera que ha sido extensa e intachable, con capacitación permanente en el ejercicio de la judicatura con vocación y compromiso hacia la justicia.