Discutió por el alquiler con el propietario y murió de un disparo en Rosario: la Policía detuvo a un sospechoso

Un hombre de 40 años murió en la tarde del lunes tras recibir un disparo en el pecho durante una discusión en un domicilio ubicado en República de Argelia al 2200, en la zona sur de Rosario.

La víctima era mecánico y vivía junto a su pareja en un cuarto trasero del galpón donde trabajaba, propiedad de un hombre de unos 80 años, con quien mantenía una relación de alquiler.

El ataque ocurrió poco antes de las 19, a metros del cruce con bulevar Oroño y Mister Ross, en el barrio Matheu, y fue reportado mediante varios llamados al sistema 911 que alertaron sobre detonaciones de arma de fuego.

Al arribar al lugar, efectivos del Comando Radioeléctrico hallaron a la víctima tendida junto a uno de los vehículos que solía reparar. El personal médico del Sies constató minutos después que ya no tenía signos vitales.

Vecinos que presenciaron el hecho relataron que la pelea habría involucrado a más de una persona. “Hubo un conflicto entre el locador y el mecánico. Se sabe que hubo discusiones, puñaladas y que le dieron un disparo”, dijo una vecina al móvil de El Tres.

Otra residente señaló que el hombre era “vecino conocido del barrio, gente buena, humilde”. Una tercera testigo declaró: “Escuché el disparo y salí afuera. Era un mecánico que trabajaba todo el día en su galpón”.

Tras un operativo que incluyó a personal de la Sección Perros y de Caballería, la policía logró localizar en Callao al 4000 —a poco más de un kilómetro de la escena del crimen— un Volkswagen Senda verde oscuro que había sido señalado por testigos como el vehículo en el que escapó el autor del disparo. Allí detuvieron a Rafael Luis P., quien, según informaron fuentes del caso, intentó descartar un revólver calibre .38 que fue incautado y será peritado.

El hecho quedó en manos de la Fiscalía de Homicidios, a cargo del fiscal Luis Schiappa Pietra, que ordenó la intervención de la Policía de Investigaciones y peritos en el lugar del hecho. Con este caso, ya son siete los homicidios registrados en junio y 68 en lo que va del año en el departamento Rosario, según datos policiales.

En la intersección de Cullen y Sorrento, en la ciudad de Rosario, un joven de 23 años identificado como Samuel Maldonado fue baleado en el pecho en plena vía pública durante la tarde del 9 de junio. Horas después, pese a los esfuerzos médicos, se confirmó su fallecimiento en el Hospital Eva Perón de Granadero Baigorria.

La causa que investiga la muerte de Maldonado como homicidio es investigada por la Fiscalía de Homicidios Dolosos, con intervención del fiscal Adrián Spelta.

La secuencia comenzó alrededor de las 13:25, cuando un patrullero de la Policía de Santa Fe recibió la orden de acudir a la esquina de la avenida Sorrento y Cullen, tras una alerta por un herido de arma de fuego.

Al llegar al lugar, los agentes encontraron a un joven tendido sobre la cinta asfáltica, con una herida visible en la zona del tórax. Inmediatamente, solicitaron una ambulancia.

Cuando los médicos arribaron al lugar y evaluaron el estado del herido, decidieron su traslado urgente al Hospital Eva Perón, ubicado en la vecina localidad de Granadero Baigorria.

Mientras tanto, el fiscal Spelta dispuso una serie de medidas iniciales para preservar el lugar del hecho y recolectar pruebas. La orden fue clara: resguardar la escena, convocar al gabinete completo de la Policía de Investigaciones (PDI), realizar un relevamiento de cámaras de seguridad de la zona.

A las 15:30, dos horas después del ataque a tiros, desde el Hospital Eva Perón se comunicó oficialmente que, según el parte médico recibido a las 15:10, Samuel Maldonado había fallecido como consecuencia de las heridas recibidas.

Con esa confirmación, se dio paso a una nueva consulta con el fiscal Spelta, quien, ya interiorizado de los detalles, ordenó la realización de una autopsia para avanzar con los peritajes correspondientes.

En paralelo, el fiscal solicitó mantener intacta la cadena de custodia de todos los elementos que pudieran encontrarse en el lugar, así como también asegurar cualquier grabación de cámaras cercanas que pudiera ayudar a esclarecer la mecánica del ataque.