Revelaron cómo se encuentra la niñera detenida en Córdoba por maltratar a un bebé: “Está consternada”

Roxana Tejeda, la niñera acusada de maltratar a un bebé de 7 meses en Córdoba, permanece detenida en el penal de Bouwer, desde que ordenaron su detención el martes pasado. La mujer había sido grabada cuando golpeaba y asfixiaba al niño mientras lo cambiaba, por lo que los padres del menor radicaron una denuncia en su contra en la Fiscalía local.

Luego de haber cumplido dos días privada de su libertad, su abogado, Gustavo Flores, informó que la mujer enfrentaría diversos problemas de salud. Por este motivo, tuvo que ser alojada en el Servicio Médico del complejo carcelario, debido a problemas de tensión arterial diagnosticados.

“Está absolutamente consternada, no pude hablar del hecho porque estaba muy deprimida”, aseguró el letrado sobre la manera en la que la vio durante la reunión que mantuvieron el miércoles. Asimismo, indicó que todavía no tuvo acceso al expediente y señaló que la fiscal a cargo, Celeste Blasco, solicitará pericias interdisciplinarias para evaluar a la imputada.

Durante una entrevista para el noticiero de El Doce, Flores reveló que su cliente aparentemente tendría problemas psicológicos. Incluso, señaló que Tejeda había iniciado un tratamiento por depresión en el Hospital Misericordia, pero lo interrumpió por falta de turnos.

“No había un tratamiento continuo”, sostuvo el abogado al remarcar que aún no contaría con informes médicos suficientes para establecer un posible vínculo entre la situación emocional de la acusada y los hechos denunciados. “Hay ciertos elementos a los que no tuvimos acceso, menos a la historia clínica”, subrayó.

Por este motivo, el defensor de la niñera aseguró que “una vez que accedemos o se solicite como corresponde que se remitan los antecedentes que pueda tener esta señora podríamos verificar su situación”. Incluso, apuntó a la presunta existencia de certificados que comprobarían que la mujer habría sacado turno en el Área de Salud Mental del centro médico.

Hasta el momento, la fiscal determinó que la carátula de la causa sería por el delito de lesiones leves reiteradas, aunque planteó que podría haber una modificación en la imputación según los elementos que presenten los denunciantes. “La familia de los denunciantes ha manifestado que van a aportar elementos de prueba que podría hacer variar esa situación”, adelantó.

Anteriormente, el abogado de la familia del bebé, Ramiro Bazán Fernández, había presentado un pedido para agravar la imputación por lesiones agravadas por la condición de guardadora. Asimismo, anticipó que analizarían la posibilidad de sumar otros cargos, entre ellos, la tentativa de homicidio y la privación ilegítima de la libertad.

“La familia está totalmente destruida y gracias a las cámaras pudieron reaccionar de inmediato. Estamos hablando de que se evitó el homicidio del menor”, remarcó el defensor al señalar que la madre del pequeño había impedido que los maltratos continuarán, tras haberse presentado en el domicilio. No obstante, la niñera le habría impedido que ingrese a la propiedad, hasta que terminó por ceder.

La investigación por presunto maltrato infantil tuvo avances tras la viralización de un video que mostraba a una niñera mientras agredía a un bebé que estaba bajo su cuidado. Las imágenes, difundidas el lunes, exhibieron cómo la mujer retiró al niño de su cuna y lo arrojó sobre la cama matrimonial para cambiarle el pañal. Ante el llanto del niño, la niñera le propinó una cachetada e intentó acallarlo cubriéndole el rostro con la mano, lo que incrementó la angustia del menor.

La madre del niño relató que presenció la escena desde su trabajo a través de las cámaras de seguridad instaladas en la vivienda. Según su testimonio, el video difundido representa solo una parte del material obtenido y el resto, ya entregado a la Justicia, contiene situaciones de mayor violencia. “Casi me lo mata”, expresó.

En línea con esto, la mujer sostuvo que la niñera llegó a darle cinco cachetadas consecutivas al bebé en un intento de que se durmiera. Tras observar la secuencia de la que era víctima su bebé, la denunciante se retiró de inmediato de su puesto y se dirigió al domicilio familiar, donde la acusada se negó inicialmente a abrir la puerta.

“Yo estaba en un estado de furia y nervios”, reconoció al contar que le había pedido que se apartara del bebé y que actuaba como “si no hubiera hecho nada”. Asimismo, aseguró que la presencia de la niñera provocó una serie de cambios en el comportamiento del bebé, como alteraciones en el sueño y llanto frecuente, especialmente cuando era cambiado.