Crimen familiar en Florencio Varela: la Justicia confirmó que la madre mató al nene y se suicidó

La causa había dado un giro cuando las sospechas se posaron sobre el padre y esposo de las víctimas, pero los investigadores confirmaron su coartada. Los movimientos de su tarjeta SUBE y la declaración de su jefe fueron claves para ubicarlo fuera de la escena del hecho

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Una mujer de 47 años
Una mujer de 47 años le disparó a su hijo en su casa de Florencio Varela y después se mató

La tragedia que atravesó a una familia de Florencio Varela, finalmente, se trató de un filicidio seguido de suicidio: M.A.L., ama de casa de 47 años, baleó a su hijo de 6 en la cabeza y después se quitó la vida. Así lo concluyó la Justicia luego de verificar la coartada del padre del nene, de quien se había sospechado en las primeras horas de la investigación. El hombre estaba trabajando mientras ocurría todo, confirmaron a Infobae de fuentes del caso.

El papá de la víctima es un tornero que trabaja en Munro, en la zona norte del conurbano. Explicó que había llegado a su casa el viernes por la tarde, después de su jornada laboral, y que al entrar encontró a su mujer muerta y a su hijo agonizando. Cuando llegaron los médicos del SAME al domicilio ubicado sobre la calle Pehuajó al 2300 constataron que ambos habían fallecido.

Dos datos le dieron un giro a la causa: las autopsias preliminares confirmaron que la mujer tenía dos impactos de bala, y que ella había muerto alrededor de las 12, mientras que el chico falleció unas seis horas más tarde. Fue entonces que se puso en duda el testimonio del padre.

El fiscal Darío Provisionato, titular de la Unidad Funcional de Instrucción Nº 1 de Florencio Varela, había pedido rastrear los movimientos de la tarjeta SUBE del padre y tomarle declaración a su empleador, para que confirmara si -tal como explicó- se había presentado a su puesto como tornero.

Este testigo confirmó que el papá de la víctima llegó a las 7 y se fue a las 16. Los registros del viaje en transporte público coinciden exactamente con esos horarios. Ambas pruebas alcanzaron para convencer a la fiscalía de que el hombre no estuvo en la escena del crimen cuando ocurrieron los hechos.

El hecho ocurrió en un
El hecho ocurrió en un domicilio ubicado sobre la calle Pehuajó al 2300

“Todo coincide exacto con lo que él dice, por eso entregó la tarjeta SUBE, para que puedan ver y encontrar las pruebas. Tiene un tramo de viaje muy largo y en día hábil, como fue el viernes, tarda no menos de dos horas y media. Está acreditado que fue a trabajar y tenemos la imagen del uso de la SUBE”, había sostenido este domingo el abogado Marcelo Chumbita, quien representa al padre de la familia.

En cuanto a los dos impactos que bala que sufrió M.A.L., fuentes con acceso a la causa explicaron que la mujer habría intentado un primer disparo en la cabeza, pero la bala apenas la rozó y le causó una herida superficial. Luego gatilló apuntándose al tórax.

Dos cartas, otra prueba clave

Junto a su cuerpo también secuestraron dos cartas en la que había dejado mensajes haciendo referencia a la decisión que tomó. Estaban dirigidas a su marido, y reflejaban cuestiones relacionadas con los problemas de pareja que atravesaban.

Un día antes del final, también compartió un posteo en Facebook que decía: “No quiero mucho en la vida, solo una vida mejor para MI HIJO.....”.

El niño tenía autismo, condición
El niño tenía autismo, condición que "desbordaba" a la familia, según contaron sus allegados

Ella sufría depresión, y en su familia había múltiples antecedentes de esta enfermedad. Ya había intentado suicidarse hace algunas décadas, pudo saber este medio de fuentes judiciales.

Además, desde la familia indicaron que la situación emocional de la mujer se había agravado por la dificultad de cuidar a su hijo, diagnosticado con un trastorno del espectro autista.

En la casa de la tragedia trabajó personal de Policía Científica, que secuestró dos armas de fuego: un revólver calibre .22, hallado sobre la cama, con dos vainas servidas y un proyectil intacto; y un revólver calibre .38 Colt, sin municiones, que estaba guardado en un ropero. También incautaron los teléfonos celulares de las víctimas.