
Ocho personas vinculadas a la barra brava de Belgrano, conocida como Los Piratas Celestes de Alberdi, fueron condenadas por la Justicia de Córdoba. Entre ellos se encuentra Roberto Ponce, alias “Loco Tito”, y Lucas Pavón, uno de los actuales líderes de la facción más violenta de la hinchada, el núcleo duro de la Popular Pirata.
La sentencia fue dictada por la Cámara Segunda del Crimen en los Tribunales de Córdoba, donde se desplegó un operativo de seguridad especial para evitar enfrentamientos entre barras rivales. Este procedimiento fue implementado para asegurar que los miembros de las facciones enfrentadas no se cruzaran y generaran incidentes violentos.
De acuerdo con la información a la que pudo acceder el medio local ElDoceTV, las condenas están relacionadas con diversos hechos de violencia ocurridos entre 2021 y 2022, que incluyen tiroteos, amenazas y agresiones. Las penas impuestas van desde ocho meses hasta tres años de prisión condicional. Además, impusieron una prohibición para asistir a cualquier estadio de fútbol del país durante dos años.
Las condenas a los ocho involucrados fueron las siguientes:
- Roberto Ponce: un año y dos meses de prisión condicional por amenazas.
- Olga Montoya (esposa de Ponce): un año y dos meses de prisión condicional por amenazas.
- Cristian Alejandro “Coquito” Torres: dos años de prisión condicional por amenazas.
- Edgardo Javier Guzmán: dos años de prisión condicional por amenazas.
- César Fabián Moyano Páez: dos años de cárcel condicional por abuso de armas.
- Lucas Pavón: ocho meses de prisión condicional por daño.
- Paul Antonio Corvalán: tres años de prisión por lesiones agravadas por el uso de arma de fuego y abuso de arma. Este último ya se encuentra detenido en la cárcel de Bouwer.

La fiscalía, a cargo de Guillermo González, fue quien inició la causa y envió a los responsables a juicio. Posteriormente, fue el fiscal Martín Berger quien mantuvo y avaló las acusaciones en la Cámara del Crimen, asegurando que se debía imponer una sanción ejemplar frente a los delitos cometidos.
A pesar de la gravedad de los hechos, no se dictaron penas de prisión efectiva, una decisión basada en las confesiones de los involucrados, su arrepentimiento y la falta de antecedentes penales significativos, según lo expresado por las autoridades.
Los fiscales subrayaron que el desmantelamiento de estructuras violentas como la de “Los Piratas Celestes” es fundamental para restablecer la paz en los estadios y garantizar que los hinchas comunes no se vean atrapados en medio de los enfrentamientos entre facciones rivales.
La trama detrás de la interna en la barra brava de Belgrano
El 15 de noviembre de 2021 marcó el fin de una era en el fútbol cordobés. Roberto Ponce, conocido como el “Loco Tito”, dejó la jefatura de la barra brava de Belgrano tras 48 años de tribuna y 40 en el máximo sitial. Su despedida parecía tranquila y acordada, ya que se anunciaba como el retiro de un hombre que, con su liderazgo, se había convertido en el capo de una hinchada más longevo de la historia. Sin embargo, detrás de esta salida pacífica se escondía un conflicto que ya se venía gestando, una guerra interna que modificaría por completo el rumbo y control de la barra.
Parecía ser un cierre definitivo y sin sobresaltos. Aquel día, Pedro “El Gitano” Minuet, el segundo de Tito, asumió el mando. Minuet, quien había compartido importantes momentos con “Loco”, parecía ser el sucesor natural. Esa misma jornada, Lucas Pavón, un nuevo nombre con un considerable peso en el sindicato de los recolectores de residuos y quien aspiraba a tomar el poder, decidió no asistir al estadio ni a la cancha, con el fin de darle a Tito una despedida sin conflictos. Un pacto de caballeros que, aunque establecía una aparente paz, estaba lejos de resolver las tensiones que ya se estaban acumulando en las sombras.
Sin embargo, el regreso del equipo a Primera División y la clasificación de Argentina para el Mundial de Qatar cambiaron por completo las reglas del juego. La competencia por el control de la barra se intensificó. La situación económica, con un Belgrano en auge, y la proximidad del Mundial, alimentaron las tensiones. Minuet y Pavón comenzaron a tomar decisiones que dejaban de lado el legado de Tito, aumentando la desconfianza y la enemistad. Así, lo que había comenzado como una retirada pacífica se convirtió rápidamente en una lucha por el poder y el control de la barra.
A mediados de 2022, las fricciones entre los grupos de la barra se convirtieron en confrontaciones físicas. En el plazo de tres meses, hubo cinco enfrentamientos, lo que culminó en el ataque a Tito. En septiembre de ese año, recibió dos impactos de bala, un hecho que desencadenó lo que muchos interpretaron como una tregua temporal, aunque no definitiva. En el mismo período, la barra de Belgrano viajó a Qatar para apoyar a la selección nacional y Minuet, acompañado de su grupo, fue grabado con la bandera de la hinchada de Belgrano, algo que aumentó la tensión entre los bandos.
Con el paso de los meses, el regreso de Belgrano a la Primera División y los aumentos de dinero en juego volvieron a intensificar las disputas internas. En 2023, Sergio “El Gaita” Acosta, uno de los seguidores de Tito, intentó recoger entradas del club, lo que lo llevó a un violento enfrentamiento con Pavón. La situación derivó en una serie de acciones clandestinas de Tito, quien, a pesar de su retirada oficial, comenzó a restablecer comunicación con filiales del club y con referentes de diversos barrios. Con una de sus hijas ayudando en la organización, Tito empezó a tantear el terreno con miras a un posible regreso.
A medida que el poder del grupo de Pavón-Minuet se consolidaba, las tensiones aumentaron. Una de las hijas de Tito, involucrada en la política del club, comenzó a exponer públicamente la corrupción que, según ella, caracterizaba a la barra actual. A través de una publicación en redes sociales, mostró cómo la cúpula de la barra gestionaba entradas, alquilaba carnets para socios a precios exorbitantes y utilizaba el dinero del club para beneficio propio, incluso financiando cirugías estéticas de las parejas de los jefes. Esta denuncia de corrupción, a la que llamó “La Barra del CBU”, desató una serie de represalias.
Un miércoles previo a un partido contra San Lorenzo, la hija de Tito fue agredida junto a sus acompañantes, lo que provocó la furia del exlíder. A través de diversos contactos en los barrios de Córdoba, como Villa Urquiza, Villa Rivera Indarte y Villa Libertador, Tito vio que aún contaba con el apoyo necesario para desafiar al grupo de Pavón y Minuet. En respuesta a la agresión, grabó un video donde advertía a sus rivales que solo había dos caminos para ellos: “cárcel o cementerio”. Este mensaje, cargado de amenazas, marcó el comienzo de una guerra abierta entre los viejos y nuevos liderazgos de la barra de Belgrano.
Últimas Noticias
Desbarataron una red de explotación sexual en Tucumán y rescataron a siete mujeres
El operativo se desarrolló en la zona sur de la capital. La fundación “María de los Ángeles” intervino en la investigación

Imputaron al conductor que sobrevivió al choque frontal entre camiones en la ruta Mendoza-Chile
E. N. S. está acusado por el delito de homicidio culposo agravado en concurso ideal, con lesiones graves culposas

Identificaron el cuerpo que fue arrastrado por un micro en Corrientes: cuáles son las hipótesis que baraja la Justicia
Se trata de un hombre de 36 años, cuyos restos fueron encontrados en la parte trasera del ómnibus que arribó a Gobernador Virasoro el viernes pasado

Acordó la venta de un auto por redes sociales, pero era una trampa para robarle: lo golpearon y amordazaron
Todo sucedió en la intersección de la Avenida San Martín y Circunvalación, en la zona sur de Rosario
