Detuvieron a dos hermanos acusados de haber asesinado a su mamá y su pareja en Jujuy

Después de que sospecharan que el doble crimen de la pareja encontrada muerta en Jujuy se hubiera tratado de un caso de femicidio seguido de un suicidio, las autoridades apuntaron sus sospechas hacia los hijos de una de las víctimas. Tras haberse presentado en una comisaría local, los hermanos quedaron detenidos y a la espera de ser indagados.

Desde el miércoles pasado, el fiscal José Alfredo Blanco abrió una investigación para esclarecer cómo sucedió la muerte de Juan Carlos Lizarazu, de 67 años, y María Vázquez, de 58 años, quienes fueron encontrados sin vida en su vivienda, ubicada en el barrio Agua Negra, de la localidad de Palma Sola.

Ese día, la madre de Lizarazu, una mujer de 96 años, había hallados los cuerpos sin vida de la pareja. Luego de que diera aviso a las autoridades, el personal de la Brigada de Investigaciones y el Ministerio Público de la Acusación (MPA) confirmaron que ambos cuerpos presentaban signos de violencia.

Aunque inicialmente se consideró la hipótesis de un femicidio seguido de suicidio, según la información publicada por el medio local Somos Jujuy. Asimismo, la posición de los cadáveres y la ausencia de un arma homicida llevaron a los investigadores a descartar esta teoría y apuntaron a la intervención de una tercera persona.

Por este motivo, la investigación se enfocó en el círculo familiar de Vázquez, y rápidamente se identificaron a los dos hijos de la víctima, un hombre y una mujer mayores de edad, como principales sospechosos, tras el resultado de las averiguaciones y la recolección de elementos probatorios que habría en contra de ellos.

Luego de que se analizaran las pruebas encontradas en la escena del crimen, las autoridades dieron la orden de que fueran buscados. No obstante, los hermanos se presentaron en la comisaría y fueron detenidos de inmediato.

A pesar de que los indicios apuntan a los sospechosos, el móvil del crimen aún no ha sido determinado. La situación procesal de los detenidos será evaluada en una audiencia programada para este sábado, día en el que también se realizarán las autopsias de los cuerpos de Lizarazu y Vázquez.

Natalia Ocampo, de 47 años, y su novio César Valenzuela, de 48, fueron asesinados el pasado domingo en su hogar, ubicado en la zona oeste de Rosario. Según las investigaciones del fiscal Alejandro Ferlazzo, el responsable de los homicidios es Aníbal Ramón Cabaña, de 61 años, ex esposo de la víctima, quien fue arrestado tras confesar el crimen.

El ataque ocurrió en la vivienda de Ocampo, cuando Cabaña, con una llave que había robado previamente, ingresó al inmueble y disparó varias veces contra ambos. Ocampo recibió dos disparos en la cabeza y uno en el pecho, mientras que Valenzuela fue ejecutado de varios tiros, según informaron fuentes policiales a Infobae. Después del crimen, Cabaña se entregó voluntariamente a la Policía y reveló el lugar donde había escondido el arma usada: en el tanque de agua de la propiedad de una de sus hermanas.

La relación entre Ocampo y Cabaña estuvo marcada por la violencia de género. Durante su matrimonio, que duró 18 años, Ocampo denunció en varias ocasiones a Cabaña por maltratos y amenazas. En 2010 y 2011, la mujer presentó denuncias por agresiones, como ataques a su domicilio, que incluyeron disparos y el lanzamiento de una bomba molotov. A pesar de las evidencias, esas denuncias fueron archivadas, según detalló el fiscal en la audiencia del miércoles pasado.

En las últimas semanas, antes de su asesinato, Ocampo había sido amenazada nuevamente por su ex marido. Dos semanas antes del crimen, Cabaña se presentó en la puerta de su casa, la insultó y le mostró señales de que la mataría. Además, el fiscal indicó que la mujer había realizado una última denuncia por amenazas simples, en la que Cabaña le prometió degollarla. En respuesta a esta amenaza, la Justicia le había otorgado una restricción de acercamiento, la cual no fue efectiva.

El acusado también robó el celular y un juego de llaves de Ocampo, lo que le permitió ingresar a la casa y ejecutar a las víctimas. Asimismo, se constató que el ataque ocurrió en la planta alta de la vivienda, donde Ocampo y Valenzuela compartían el espacio. El investigador policial detalló que Cabaña pateó una puerta de madera para ingresar al lugar, donde primero mató a Ocampo y luego a Valenzuela, quien suplicó por su vida antes de ser asesinado.

A raíz de esto, Cabaña fue detenido y acusado de doble homicidio, mientras que la Policía realizó un allanamiento en las propiedades de sus hermanas, sin encontrar pruebas adicionales. Durante su detención, el ex esposo de la víctima confesó haber utilizado una pistola calibre .9 milímetros con numeración limada para cometer los crímenes, y se especula que adquirió el arma con el único fin de matar a Ocampo.